Dios de las Citas || Min Yoongi ||

♡ 8 ♡

Durante las primeras clases me sentía muy ansioso, no podía esperar más a que el reloj marcará la hora del descanso y por fin podría salir corriendo en busca de mi amigo.

Cuando la campana sonó no esperé más, salí como un rayo en dirección al salón de Taehyung, no obstante, no lo encontré.
Lo busqué por todas las áreas de la escuela sin mucho éxito. No se encontraba en la cafetería ni en el patio, mucho menos en el gimnasio.

Me rendí, dejé caer mi cuerpo al pie de un árbol donde la sombra pudiera cubrirme por completo y cerré los ojos para descansar, yo no era una persona muy activa y recorrer toda la escuela en menos de 10 minutos fue todo un reto para mí.

—¡Min Yoongi voy a matarte! —esa frase me hizo sobresaltar, abrí los ojos de golpe y observé a un Kim Taehyung cansado acercándose a mí, me temía lo peor. —Llevo un buen rato buscándote y tú estás aquí tranquilo como si nada —se dejó caer a mi lado.

—¿Qué quieres? —simulé tranquilidad pero mi interior era todo un desastre.

—Vine a pagarte —suspiró mientras sacaba su cartera del pantalón y me entregaba la cantidad que me debía.

—¿Eso quiere decir que Hari está interesada en ti? —tenía miedo de su respuesta.

—Ojalá —volvió a suspirar. —Me rechazó sin dudarlo. Me preguntó por ti y le dije que me enviaste en su lugar, quiso marcharse pero le dije que estaba interesado en ella y ¿sabes que me contestó?

—¿Qué?

—Que le gustaba alguien más —suspiró con una sonrisa. —Después de eso me ofreció disculpas y se fue. No salió como esperaba pero de alguna forma estoy satisfecho, ya no te pediré consejos, este rechazo me hizo querer mantenerme distante de las relaciones amorosas por un tiempo.

No podía creer lo que me decía, Shin Hari estaba enamorada de alguien más y yo ni siquiera me di cuenta de que había alguien en su corazón. Tenía que descubrir de una vez por todas de quién se trataba.

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Escuché que el equipo de arquería se quedaría una hora extra para la práctica por lo tanto al terminar las clases esperé pacientemente hasta que terminará.

La vi entrar al cuarto de descanso de su respectivo equipo junto a sus amigas. Las chicas salieron con sus mochilas sin la compañía de Hari por lo que supuse que ella aún seguía adentro.

Reuní todo el valor posible y entré en el cuarto, estaba en completa soledad y fue ahí donde la vi, parada delante de su casillero mientras sacaba unas camisetas y las metía en su mochila.

—Hari... —la llamé con un tono apenas audible, ella se giró hacia a mí y luego rodó los ojos.

—¿Qué quieres, Min? —se veía muy molesta. —No, mejor no me digas, no me interesa.

—Necesitamos hablar.

—¿Hablar de qué? ¿Del cómo te pedí que no me emparejaras con alguien y aún así lo hiciste? —dejó caer su mochila al suelo y se acercó a mí. —Fui tan estúpida al creer que te acercabas a mí por interés propio pero en realidad solo querías que Taehyung ligara conmigo.

—Él me dijo que te gusta alguien más —fui directo. —¿Quién es?

—¿Para qué quieres saber? ¿Acaso vas a conseguirme una cita con él? —apretó la mandíbula. —No, Min. Eso no funciona así. Llevo desde primer año enamorada de él y nunca me había mirado, nunca se fijo en mí o me dirigió la palabra hasta hace poco que comenzó a acercarse y resultó ser un idiota.

—¿Qué?¿De quién hablas? —yo estaba realmente confundido. El hecho de que me hablara así me hacía sentir mal.

—¿De verdad no lo entiendes? —bajó un poco su tono. —Eres un dios de las citas y ¿no estás captando estas señales? —negué.

No entendía nada de lo que sucedía y mucho menos entendí cuando se acercó rápidamente a mí, me sujetó del cuello de la camisa y me jaló hacia ella para posar sus labios sobre los míos, mi mente se nubló en ese instante, sus labios eran suaves y la sensación que provocaba en mi era nueva pero muy positiva, me inundó de felicidad, sentí un millón de mariposas volando en mi estomago, mi corazón quería salir de mi pecho y sentí un vacío cuando se separó lentamente de mí.

—¿De verdad aún no lo entiendes? —no logré contestar. —Me gustas tú Min Yoongi, por ti es que no quería ser emparejada con alguien más, porque tu haz estado en mi corazón desde el primer grado.