Star wars: la Cruzada Blanca

Problemas Internos

Cuando el hombre cruzo la puerta una trompeta sonó detrás de el y luego un servo cráneo con potentes bocinas anuncio su nombre, rango, dinastía, títulos y planeta que gobernaba, entro con gran pompa con su vestido adornado con finos colores, o eso pensaba, ya que eran colores rosas y amarillos chillones, que complementaba con una peluca muy fuera de lugar, era pequeño de estatura, tanto que los guardias que lo escoltaban parecían gigantes a su lado, no les pasaba de los hombros, y toda su entrada parecía mas la entrada de un circo que otra cosa

Paso delante del hombre que custodiaba la puerta, sin prestarle atención, y de hecho pareció escupir intencionalmente cuando paso frente a el, un gesto de desprecio por los de su calaña, el hombre de gabardina negra, pelo negro, y que parecía mas un inquisidor que otra cosa, sonrió de forma burlesca al ver entrar a su "estimado" pariente

El era sobrino de ese hombre, y pese a que era el gobernador de ese planeta, su padre había sido un simple guardia, o mejor dicho, un general que logro conquistar este planeta que les había pertenecido a los Tau, la recompensa para su padre tras tantos años de servicio fue la adquisición del planeta, una boda con una mujer noble, y una oleada de colonos humanos para hacer de este planeta un centro de producción de soldados para el Astra Militarum, dado el respeto de su padre a los Ultramarines, y que los había encontrado en más de una ocasión, considerando esto algo divino por parte del emperador, nombro su planeta Telmaria, o Telmar, como una especie de tributo extraño a los ángeles del emperador.

Después de conseguirlo a el como heredero, se sintió lo suficientemente seguro para volver a salir, tomo sus cosas, armo un regimiento completo de guardias y pidió reintegrarse al servicio activo, el administratum y el astra militarum le concedieron esa gracia, partió para no regresar, dado que murió defendiendo un mundo perdido en las fronteras del imperio, dejándole a el, en ese entonces de 20 años, a cargo del planeta

Rápidamente hubo de solucionar algunos problemas, aplasto personalmente una pequeña rebelión de herejes, repelió una invasión de los Tau, evito un golpe de estado por insurgentes que buscaban la independencia del planeta del dominio del emperador y finalmente, logro descubrir una secta del culto genestaler

Estos éxitos fueron mas cosa de accidentes, pero se había guardado dicha información para el, y evitar que lo ejecutaran por cobardía ante amenazas xenos y traidoras, bueno eso era cosa del pasado, pensó, antes que una enorme tormenta disforme apareciera y lo engullera a el y a todo su planeta junto a otros 99 hacia quien sabe donde

Ahora, cuatro meses despues de salir de la tormenta disforme, sanos y salvos, esperaba, se había dado a la labor de reunir a todos los planetas, una vez reunidos convoco un concilio, dado que estaban lejos de los dominios del emperador, se debía tomar un curso de acción especifico para evitar que cada planeta se fuera por ahí matando quien sabe que

Por eso es que se estaban reuniendo tantas personalidades en Telmar, desde humildes guardias imperiales, como los hombres de Krieg, Vostroya, Mordia, Catachan, Valhalla y Praetorianos, algunos regimientos más, pero sin mucha relevancia, un maestro de capitulo, del Capitulo la Voz del Emperador, todos los gobernadores planetarios, unos cuantos caballeros imperiales, un par de fabricadores generales de mundos forjas del mechanicus, unos cuantos miembros de la eclesiarquía y entre todos había al menos 300 personas, sin contar por supuestos a sus guardias que estaban caminando de un lado a otros atentos a sus maestros 

Una vez se aseguro que no faltara nadie, se dio media vuelta y entro a lo que sería la sala de Reunión, entro por la puerta trasera, y subio a un estrado preparado para esta ocasion, las 300 personas guardaron silencio y hablo

- Estamos perdidos - dijo sin rodeos 

- Mentiras - exclamo alguien

- Lord Prascov, no hemos recibido ningún comunicado desde la Santa Terra, lo que digo es lo más obvio - aclaro el hombre al que hablo