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OTRO VERANO en Cousins, Moana tenía la vista puesta en la carretera mientras que su madre Sara conducía.
-¿Estás emocionada? -pregunta Sara mirando de reojo a su hija-.
-Sabes que si, siempre me emociona venir -responde con una sonrisa- ¿Qué hay de ti?.
-No veo la hora de ver a Susannah y Laurel -asegura devolviéndole la sonrisa-.
Sara, Susannah y Laurel. Las primeras dos se conocieron en la preparatoria, mientras que a Laurel la conocieron en la universidad, desde entonces las tres son inseparables. Susannah y Laurel se casaron y tuvieron hijos, por otra parte Sara nunca lo hizo.
Sara Hamilton siempre fue un alma libre, vivía para su trabajo como diseñadora y viajar por el mundo. Trabajaba en una prestigiosa empresa familiar, de la cual ella es la actual dueña. Por la falta de tiempo, no pudo mantener sus relaciones.
En uno de sus viajes, tuvo un trágico accidente automovilístico y como consecuencia los médicos le dijeron que no iba a poder tener hijos. Eso fue un golpe duro para Sara, pero con años de terapia lo logró superar. Fue en su primer viaje después del accidente, donde visita un hogar de niñas en Hawái y allí conoce una hermosa bebe. Fue amor a primera vista.
Moana Hamilton llegó para iluminar la vida de Sara.
El viaje transcurrió con tranquilidad, eran aproximadamente dos horas.
-¿Annie?, despierta. Ya llegamos -Moana siente como su madre la sacudía suavemente-.
Al abrir los ojos, se encuentra con que habían llegado a la casa de los Fisher. Pudo distinguir como las amigas de su madre las estaban esperando.
-¡Llegaron mis chicas! -exclamó Susannah con una sonrisa yendo a abrazar a las Hamilton- Dios, Annie, estás muy hermosa.
-Muchas gracias, Sussy -agradece la castaña. Desde chica siempre la había llamado así porque se le hacía más fácil de pronunciar- Hola Lau.
-Hola cariño -Laurel la abraza, para luego abrazar a su amiga- Susannah tiene razón, estás muy hermosa.
De pronto siente como alguien la abraza con fuerza, levantándola del suelo mientras que daban vueltas. Sabía que era el menor de los Fisher, Moana le devolvió el abrazo con más fuerza.
-¡AnniePoo está de vuelta! -aún con la castaña en brazos la mira emocionado- Estás incluso más linda que el verano pasado. No sabes lo que te extrañé.
Ahí estaba, el coqueto de Jeremiah Fisher. Los dos eran muy buenos amigos, siempre fueron muy unidos y compartieron muchas cosas importantes para ambos, como su primer beso y su primera vez. Lo emocionante es que su relación no se volvió incomoda, solo siguieron siendo ellos mismos.
