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HACE VEINTE MINUTOS que Sheyla las había dejado en la casa de los Fisher, y si no fuera porque tenía la presentación del libro de Laurel, se hubiese quedado con su amiga.
Se había puesto un vestido corto que no era elegante, pero tampoco casual, de color lavanda y unas botas blancas. Cuando llega a la sala toma asiento en el sillón y aburrida ve como los chicos jugaban videojuegos.
-Concéntrate -regaña Jeremiah a su hermano-.
Y la verdad es que Conrad no le había quitado la mirada a Moana desde que cruzó el umbral, el vestido resaltaba su figura y el color resaltaba su piel bronceada, y a pesar de que las botas tenían un poco de tacón seguía siendo baja, le causaba mucha ternura.
-Ten, juega tu -le pasa el control a Steven y se acerca a Moana- Estás hermosa.
Pudo sentir como su piel se erizaba ante el roce de sus labios en su oído.
-Ya.. -la castaña lo empuja al ver su sonrisa arrogante- Tu tampoco estás tan mal..
-Nos vemos luego -la voz de Belly hace que se volteen a verla-.
-¡Diablos! -exclama Jeremiah y se levanta para dirigirse a ella- Te ves bien.
-Juega por él -Steven le arroja el control a Moana-.
-¡Oye! -se queja el rubio-.
-Tu te fuiste -se encoge de hombros- Y no coquetees con mi hermana.
-Cállate Steven. Te ves hermosa, Belly -Moana le da una rápida sonrisa y se centra en el juego- ¡Es para el otro lado Steven! ¡Steven!.
-Ups.. -su amigo la mira inocente cuando en la pantalla aparece "Game Over"-.
-Eres pésimo -sentencia negando-.
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