Otro día más de mi existencia, pero hoy 23 de enero del 2023 sera más agotador, se podrán preguntar, ¿Por qué?, hoy estaré en una nueva institución, colegio o como quieras, ya que tuve que mudarme lastimosamente de ciudad por el trabajo de mi padre.
El día comienza siendo algo caluroso, la horrible sensación de estar pegajosa me hizo levantarme más temprano de lo acordado. Sintiéndome libre en la ducha mientras escuchaba algo de música a un volumen considerablemente tolerable.
De repente me acordé que hace unas semanas estaba teniendo una serie de sueños algo extraños, tenían un aire algo escalofriante, tan solo recordar la sensacion de aquellos me erizaba la piel, aunque no podía recordarlos del todo.
Deje de estar tan sumida en mis pensamientos, salí y me cambie, ya estando lista baje las escaleras.
Mi padre estaba en la planta baja tomando una taza de café.
-Hola chris-Saludé a mi padre Pero al parecer estaba molesto quien sabe por qué con una mueca en su cara como si mostrara confusión, desde la desaparición de mi hermano hace algunos años se volvió más amargado.
No lo culpo su última conversación con el término en una discusion, que casi termina en el llamada de la Policía.
-hum-respondió de manera seca y tosca, al parecer alguien levantó con mal humor de más.
-vamos, te llevaré a tu escuela ya después te podras ir sola-me comenzó a decir el mayor.
-esta bien-solo respondí-pero ¿no te parece que está pueblito es muy raro, incluso anticuado?-volví a hablar-digo quien carajos se levanta a las 3 de la mañana a barrer la acera frente a su casa-
-las brujas- respondió dándole un sorbo a su café para proceder a mirarme.
Cómo todo adolescente en pleno crecimiento estaba pasando una ligera etapa de insomnio, que aveces podia contrarrestar con una tasa de té o incluso con un recorrido por mi cuarto.
La noche anterior no había podido dormir del todo bien y un sonido que había capturado mi atención, la curiosidad que podría decir así y no por qué soy chismosa ¿ok?, me invadió y me asome por el nada pequeño ventanal que tenía en mi cuarto, viendo a mi vecina que ya tenía casi un pie en el asilo, barriendo, si barriendo.
-bobadas suyas-me dijo-minimo estuviste soñando e incluso sonámbula, anoche no escuché ningún tipo de ruido extraño, sólo algunas pisadas, que no dudo que fueras tú.
-¿ah?, hace mucho que no me levanto dormida-dije fulminandolo con la mirada, por esa calumnia.
No dije nada más, dejamos la conversación hasta ahí, no quería que hubiera algún tipo de discusiones a altas horas de la mañana.
El aire era tenso, y algo caluroso estábamos camino al nuevo colegio, !yei¡ que emoción, el sol era muy intenso, no iba ser un día muy bonito.
-Llegamos-comento mi querido y señor padre.
No dije nada y solo me baje, no alcance ni a despedirme cuando ya se estába yendo.
Saque mi celular y mire la hora, había llegado justo a tiempo [8:00 A.M].
Camine hacia la entrada, se podría decir que las instalaciones eran grandes.
Camine por sus pasillos hasta dar con una mujer alta, con una cabellera larga y morena.
Ya la reconocía, la había visto hace unos días, vive a unas casas de la mía. Es mi maestra por este año. Se ofreció a recibirme en la institución cuando la conocí, se llamaba leila, fue de gran ayuda al llegar acá, y más para no perderme.
Caminamos por algunos minutos hasta dar con un salón en el se oían algunos ¿Susurros?, se asemejaba al zumbido de las abejas en un panal.
-Megan-me llamo leila-Megan-me llamo por segunda vez, me sobresalté al sentir su mano sobre mi hombro luego de llamarme por tercera vez.
-¿Ah?-solo me límite a decir eso-llegamos-me dijo aquella mujer-¿Estás bien?-Pregunto con un tono preocupado mirándome a la cara.
-si, estoy bien-dije dándole una liguera sonrisa-solo tengo hambre-dije dando mis últimas palabras.
-Por favor, desayuna, no quiero ningún desmayado rondando por estos salones-me dijo dandome un guiño procediendo a entrar al aula de clase.
Todo pareciera haber Sido parte de mi imaginación ¿no?.
El aula estaba en silencio o murmullos se podría decir. Había llegado la parte que podría decir que la mayoría odiamos, más si eres de los que se mudan muy seguido, presentarse.
-Hola, muy buenos días a todos mi niños espero hayan tenido unas vacaciones maravillosas-saludo a todos los presentes con una sonrisa de boca a boca -tendremos una nueva compañera este año, espero le den un cálida bienvenida.-terminando su discurso con esa frase.
Camine para adentrarme al aula y comenzar a hablar-Buenos días, me presento me llamo Megan johnson tengo 16 años, y soy del norte de Maryland, me gusta estar entre el silencio y la tranquilidad, y se podría decir que me gusta dibujar-deje hasta ahí mi presentación y me fui a sentar.
La maestra prosiguió para empezar la clase. No le preste mucha atención para proseguir a mirar a mis nuevos compañeros, sinceramente no sirvo para socializar mucho y sobrepienso demasiado las cosas como para hablarle a una persona sin temor y mucho más si es un espacio nuevo para mi conciencia.
Tampoco soy una tímida de mierda pero, mi mente me hace pasar un mala jugada de vez en cuando.
La clase comenzó con historia, el tema sería la primera expansión territorial.
-En 1783, Gran Bretaña reconoció la independencia de las trece colonias, cediéndoles Territorios Noroeste y se fijaron los límites geográficos de la nueva nación.-comenzo la clase con estas palabras.
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El tiempo se pasa muy rápido cuando no tienes noción del tiempo y mucho más cuando disocias mucho en un parpadeo se te pueden pasar varias horas.
Al sonar el timbre, en menos de dos minutos ya casi no se encontraba nadie en el salón, siempre soy la que se queda de última ya que soy muy paciente para recoger mis cosas.
Pero está vez había una persona que se quedó incluso aún más tarde, es una chica de cabellos increíblemente rojos, no había visto nunca un cabello tan intenso e incluso ojos que son adornados por un color azulado.
-Hola-me saludo quitándose uno de sus audífonos moviendo su melena detras de su oreja-Ah, eh hola-respondi con aquellas mismas palabras dando una tenue sonrisa-¿te parece si caminamos juntas?-dijo imitando mi gesto ladeando su cabeza hacia un lado.
