Eran casi las diez y Luzu estaba que se desmayaba de los nervios. Su figura arreglada caminaba de un lado a otro, perdiendo tiempo.
No lo podía evitar, Luzu era tímido y reservado. Siempre vistiendo de traje cada que su trabajo lo exigía, pero ahora, mientras se analizaba frente al espejo, no parecía más que un viejo recuerdo.
Su cuerpo, estilizado y brillante invitaba a besar la curvatura expuesta de su cintura. Mientras el cinturón a pesar de ser igual de oscuro que sus pantalones, resaltaba junto las botas de tacón.
Incluso si apenas el crop top tapaba algo, sintió cosquillas de completa emoción. Adorando el patrón de flamas sobre sus brazos.
Se movió, cepillando sus dientes, impaciente por comenzar la noche. Aplicó gran cantidad de loción, extendiéndose las pestañas mientras le daba vida a sus labios.
Ahora que rebobinaba, lo más probable es que el mexicano también fuera. Veía poco probable que se negará, ya que sabía lo mucho que le gustaban ese tipo de ambientes.
El sonido del claxon lo asustó, brincando en su lugar. Acomodó su ropa, saliendo a pasos apresurados del lugar. Tragando saliva al quedar frente el imponente lamborghini veneno roadster.
Aquel carro tan conocido entre su grupo de amigos. No lo culpaba, incluso Luzu se tentó a comprarlo, pero había preferido su precioso bugatti ante todo.
—¿Podrías dejar de presumir? —Alegó, acercándose—Mis vecinos levantarán una queja por tanto ruido.
Vegetta sonrió, mirándolo perfectamente gracias a su gusto por los convertibles.
—Eso te pasa por no comprar una casa propia—Se defendió, palpando el asiento a su lado—Anda, entra que vamos tarde.
Luzu suspiro, entrando para escuchar el estruendoso sonido. Hizo una mueca, protegiendo su cabello del viento que ahora los perseguía.
—No te preocupes, cari. Una vez lleguemos despeinarte será lo último que importe.
Luzu sonrió, mirando el camino. No quería demostrar la tristeza que guardaban sus ojos.
—Eso espero, quiero divertirme un rato la verdad.
Vegetta lo miro de reojo, curioso por el comentario. Reafirmando lo bien que se veía el castaño esa noche.
—¿Ah, si? ¿Y eso?
—Nada importante, Veg—Evadió—Prefiero no hablar de eso.
—Entiendo—Respondió, comprensivo—Por cierto, vayas pintas llevas hoy, Luzu.
El comentario esfumó su pesar, tornando sus orejas rojas.
—Fue idea de Alexby. No pensé que me daría algo tan exótico.
Vegetta negó, divertido.
—Confías demasiado en él.
Luzu sonrió, mirándolo mejor.
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ᴅɪsᴄᴏᴛᴇᴄᴀ
Fiksi PenggemarDonde Luzu despechado decide bailar con Vegetta. ¡sʜɪᴘᴘᴇᴏ ᴄᴜʙɪᴛᴏs, ɴᴏ sᴛʀᴇᴀᴍᴇʀs! ♡゚Historia excesivamente corta. ♡゚Faltas de ortografía. ♡゚Lenguaje violento. ♡゚NO adaptar. ♡゚Favor de evitar la eliminación de la historia, cualquier aviso de ser en...