5- First Confession.

62 10 5
                                    

Sala Común Hufflepuff.
1:07 AM. Domingo. 3 de septiembre de 1995.

Era una fiesta clandestina, claro que no era permitido fiestas de adolescentes en la escuela hasta las altas de la madrugada, menos si descubrían alcohol y otras asustancias sospechosas. Solo las permitían cuando algún equipo ganaba un partido y, obviamente con unas cuantas reglas y restricciones de horario.

Vale, admito que hasta yo sentí el verdadero terror por dentro, aunque no lo demostrara. Esa profesora no me daba para nada buena espina, y al parecer recién llegaba y ya andaba poniendo demasiado orden en la escuela. Aunque es cierto que lo que hacíamos no estaba bien.

-¡Cálmense todos!- la voz de Cedric se alzó entre los murmullos de los estudiantes.- Allí hay un pasillo secreto que los sacará de las cocinas, salgan rápida y organizadamente. Hufflepuffs, a arreglar este desastre lo más rápido que puedan.

¿Era yo o se veía más atractivo cuando daba órdenes?

Me gusta el Cedric autoritario.

Guió a los estudiantes de las otras casas al pasillo por el que había dicho, para que salieran de la sala común, con un movimiento de varita se movieron unos ladrillos de una de las paredes, dejando una puerta abierta por un largo pasillo y así todos desaparecieron por él.

Deberíamos de habernos ido, pero nuestro grupito se quedó ahí. Pansy, Blaise, Adrian y si se fueron, pero el resto nos quedamos ayudando a los Hufflepuff a organizar y recoger la sala común. Fue sencillo gracias a la bendita magia.

Terminamos en unos tres minutos, los demás tejones se fueron a sus respectivas habitaciones y nosotros nos quedamos ahí.

-Ya deberían irse, Umbridge debe estar por llegar y nos castigarán a todos si los encuentra aquí.

-Diggory tiene razón.- dijo mi hermano planteándose a mi lado y agarrándome del codo.

¿Acaba de darle la razón a Cedric?

-Hay que ponerle un reporte a todos los estudiantes que estén fuera de sus habitaciones, castigo una semana limpiando las cocinas y una carta a sus padres- se escuchó una voz aguda acercándose.

Intercambiamos unas miradas de pánico entre todos y salimos corriendo hacia el pasillo secreto para salir de ahí. Incluso Cedric nos siguió, quien cerró cuando todos estuvimos dentro.

-Eso ha estado cerca- suspiré apoyándome en una fría pared del largo pasillo.

-Demasiado para mi gusto.- dijo Cedric llegando a donde yo estaba después de asegurarse que nadie nos había seguido.

-Te queda lo de ser prefecto y capitán, sabes dar ordenes y que todos te hagan caso.- reí y lo miré con una pequeña sonrisa.

Casi no podía verle la cara, la luz ahí dentro era escasa, pero a la vez realzaba su rostro. Me devolvió la sonrisa y se acercó más a mí, apoyando un brazo a mi lado.

-Y aún así no consigo que tu me hagas caso.- dijo enarcando una ceja.

-Es que me gusta llevarte la contraria, no lo puedo evitar.- incliné ligeremente la cabeza a un lado mientras daba un paso en su dirección, tenía que alzar la cabeza para poder mirarlo, me llevaba como una cabeza.

No respondió, se me quedó mirando con una sonrisa de lado. Yo tampoco dije nada, pero de ese silencio ya podía escuchar mi corazón en mi propio pecho. Sin darme cuenta había entre abierto los labios y mi garganta se secó.

-¡Beatriz!

Maldito Draco.

-¿Se puede saber a qué esperan?¿A que nos descubran?- inquirió mientras se asomaba.

𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐀𝐭 𝐖𝐚𝐫 ꜜ ᩠ ❥Cedric Diggory/Adrian PuceyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora