CÓMO LLEGAR AL TOP 100 DE AMAZON... antes de morir en el intento (Completo)

3. 1. Consejos generales a la hora de afrontar una novela

He incluido en este apartado aquellos consejos que puedo darte para el momento en que has decidido escribir una novela, pero todavía no has empezado. No voy a decirte que escribas en un momento u otro del día, ni trucos para tener constancia, porque supongo que eso es una cuestión personal de cada uno. Más bien, con estos seis puntos que he incluido, lo que pretendo es que encares ese proyecto de la mejor manera para que acabes escribiendo una gran novela.

1) El primer punto lo acabo de decir en el epígrafe anterior. Es bueno que antes de empezar, te mentalices de que tienes que escribir la mejor novela que seas capaz de escribir en ese momento. No la que te salga o se te ocurra, no, la mejor que puedas escribir. No te conformes con menos.

No pienses que un párrafo redactado de manera mejorable no va a influir en la valoración final o que a tus potenciales lectores una pequeña falta de rigor en la documentación o que tus personajes no estén todo lo bien perfilados que pueden estar les va a importar. Es posible que a algunos de ellos no, pero a ti, sí. ¿Por qué? Porque después de esa novela, llegarán otras y todas llevarán tu nombre y se reconocerán bajo tu autoría. Y si además es tu primera novela, tienes que exigirte muchísimo más, porque por lógica será la peor que escribas. Recuerda, cada novela que publiques tiene que ser mejor que la anterior, por lo tanto, la primera por fuerza será la más floja.

2) Piensa antes de empezar qué vas a escribir. Parece obvio, pero a veces no lo es tanto. Lo ideal es que escojas una historia interesante y la cuentes también de una manera interesante. Es decir, estoy seguro de que se te han ocurrido muchas historias, por lo tanto, quédate con la que a ti te parezca mejor o tenga un recorrido la trama más interesante.

Una vez que la hayas decidido, piensa de qué manera te gustaría que te la contasen a ti. Cualquier historia se puede narrar de muchas formas distintas y tienes que encontrar aquella que a ti te resultaría más atractiva. Puedes usar la voz de uno de los protagonistas, varias voces o escribirla con un narrador omnisciente. Puedes empezar por el final, narrarla de manera lineal, usar flashbacks, etc. Estoy seguro de que has leído muchos libros a lo largo de tu vida, haz un repaso mental y piensa en cuál te sorprendió la manera en que vertebró la historia el autor. No tienes que copiar, por supuesto, pero seguro que los recursos empleados por otros autores te aportan muchas ideas y, a través de ellas, encuentras el enfoque ideal para tu historia.

3) Si es tu primera novela, no escribas un texto demasiado amplio. Tienes que pensar que todos los lectores que consigas para ella, será porque han decidido darte una oportunidad. ¿Y qué significa esto? Que si les presentas un texto de 600 o 700 páginas va a ser más difícil que se animen a hacerlo que si ven que tu novela tiene 200 o 300. Por tanto, lo ideal es que no sobrepase las noventa o cien mil palabras. Pero ojo, tampoco debe ser inferior a sesenta mil, puesto que podrían verla como una novela corta o incluso un relato y, aunque les guste, no tomarte en consideración a la hora de repetir. Con esto lo que quiero decir es que el lector tipo de Amazon busca una novela no muy larga, con un ritmo rápido y una trama entretenida. Más adelante estarás en disposición de presentar una obra más amplia y compleja y, apoyado en los lectores fieles que has conseguido, dar la sensación de que vale la pena apostar por ella.

4) Deja reposar la novela. Ya sé que es posible que no tengas tiempo o paciencia, pero siempre que puedas, mete tu manuscrito en un cajón una vez acabado y déjalo reposar al menos dos o tres meses. Durante ese tiempo, no lo cojas ni pienses en él. Dedícate a otra cosa.

Cuando lo retomes, te darás cuenta de que se te han ocurrido muchas maneras de mejorar la trama, perfilar más a los personajes, incluso cómo redondear mejor el final. Lo ideal es que retomes el texto con la mentalidad de que lo que has escrito fuese una mierda muy grande y afrontes el tremendo reto para un autor de conseguir que acabe siendo buena. Es decir, que todo sea susceptible de ser mejorado. Y sí, claro, cuando te pongas a leerla, habrá partes que te sorprendan lo bien escritas que están. Esas, déjalas. Las que no, mejóralas.

No es tan raro lo que te estoy diciendo y, de hecho, es habitual que la mejor novela de un autor sea aquella que con la que se ha puesto muchas veces y la ha dejado aparcada otras tantas. A veces, para empezar otra más urgente. Otras, porque no encuentran cómo continuar la trama de una manera que les convenza. Cuando al final la remata, como te digo, suele ser soberbia.

5) Corrige cada parte varias veces y como si no la hubieses escrito tú. Lo ideal es que combines distintos formatos y horas del día. Es decir, por la mañana, por la tarde, por la noche. En papel, en el móvil, en el ordenador. Verás que no se lee igual. Y mientras lo haces, corrige expresiones que te parezcan mejorables, palabras que puedan ser más concisas, etc. Como te digo, no tiene que ser la novela entera de un tirón. Puedes corregir capítulos o incluso partes de un capítulo de cada vez. Con esto ganarás en fluidez y precisión.

Respecto a este punto, te diré que hay autores que mantienen que es mejor escribir un borrador y luego corregirlo de un tirón y otros que lo van haciendo a la vez que escriben. No tengo claro que una táctica sea mejor que otra, así que decide tú cómo te resulta más cómodo. Digo esto porque, si usas la primera opción, las correcciones de la narración que te he dicho deben ir al completar la corrección del borrador.

6) Márcate un reto. Este truco es muy personal y quizá no sirva para todo el mundo, pero lo voy a incluir de todos modos. Antes de iniciar la novela, puedes marcarte un reto que desarrollar en ella. Es decir, puede ser contraponer dos personalidades femeninas muy fuertes y muy diferentes a la vez, conseguir que ningún lector imagine cómo va a acabar la novela, conseguir una novela interesante sin que el protagonista principal aparezca directamente en la trama, lograr que no decaiga la intriga pese a comenzar la historia por el final, etc. Hay miles de retos que te puedes marcar para tu próxima narración y, al afrontarlos, conseguirás que te esfuerces más.

7) Para acabar esta parte he querido dejar este consejo. Mentalízate de que siempre tiene que pasar algo en la novela y de que todo lo que escribas tiene que tener un motivo.

Supongo que a estas alturas ya sabrás lo que es un escritor de brújula y uno de mapa. Digo esto porque si eres un escritor de brújula lo tienes que dejar para el final y si eres uno de mapa, tienes que comprobarlo antes de iniciar a escribir, en el mapa que has diseñado. La cuestión es que a lo largo de la narración siempre tiene que pasar algo y todo lo que narres tiene que tener un motivo. Si tú me cuentas una escena, esa escena tiene que tener su importancia.

En otras palabras, cuando tengas acabado el mapa de la novela, dedícale una lectura específica para comprobar que el interés de la trama no decae en ningún momento. En caso de que veas que alguna parte baja la intensidad, refórmalo. Y tanto si eres de brújula como si eres de mapa, cuando la hayas acabado, vuelve a leerla y piensa si hay alguna escena o capítulo que no aporta nada; es decir, que sin ellos la novela se entendería igual. Si es así, elimínala. Una de las peores cosas que lleva un lector es que le hagas perder el tiempo. Dicho de otro modo, que la hora, o media hora, que dedica por las noches a la lectura antes de dormir o por las mañanas mientras va en tren a trabajar, se le pase leyendo algo que al final le deje la sensación de que no le aporta nada a la novela ni al desarrollo de la trama.

El lector tiene un rato para leer al día y quiere sentir que ha avanzado en la historia. Lo más probable es que use ese espacio de tiempo para relajarse y evadirse de todos los problemas que ha tenido a lo largo de ese día. Es posible que haya tenido que correr para no perder el autobús, que se haya cabreado en dos o tres ocasiones, que le haya llamado gilipollas a su jefe entre dientes después de escuchar una de sus múltiples tonterías, que se viese en la obligación de pegarle dos gritos a unos hijos que cada día le hacen menos caso y hasta es posible que le apeteciese darse un revolcón con su pareja y no la haya encontrado receptiva. Pues chico, si después de eso, llegas tú y le haces perder el tiempo o lo aburres, te odiará y es muy posible que te mande a la papelera de su Kindle y, de paso, a la mierda como autor a leer. No, lo que quiere es que lo cojas de la mano y lo lleves de viaje, lejos de su mundo, de una manera tranquila, sosegada y segura. En otras palabras, se pone en tus manos para conseguir un poco de paz y entretenimiento.