Capítulo 3. So unreal

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Después de el trabajo y de hacer el almuerzo allí estaba otra vez frente al cercado, lo iba buscar para pasar el rato y cumplir mi palabra de que volvería, solo esperaba no molestarlo con mi presencia.

Entre por la abertura y corrí dentro, hoy si sentí el frío del día y por primera vez me vestí de invierno, aunque me cambiara a solo pantalones más largos, botas para nieve y un gorro de lana roja, como mínimo el frío disminuyó en mis huesos recuperando una temperatura más acordé.

Camine un rato en la misma línea recta hasta reconocer el lugar donde lo vi por primera vez, seguía sin entender porque aquí parecía primavera cuando es invierno, pero el canto de las aves y el bello paisaje no era tan malo, de hecho, me gustaba la mítica aura que rodea el bosque, como si en el aire se pudiera ver la magia volar.

-¡Si viniste!-Fui abrazado por detrás evitando pegar un salto, menos mal me di cuenta de que era el y no le di el codazo que estaba por estamparle en la cabeza-Te extrañe...

Suspiré más relajado-Te dije que volvería-Acaricié su cabeza alejando la mía ya que tenía su mentón en mi hombro-¿Entonces...?

Se alejó tomando mi mano-¡Te llevaré a ver mis dominios!-Me jalo con una enorme sonrisa de... ¿Alegría?.

Reaper tiene algo extraño, no lo sé, hay muchas cosas en el que no me cuadran y el no ayuda haciendo cosas extrañas, no lo entiendo del todo, pero olvido preguntar debido a su forma de actuar tan confiada.

Antes de darme cuenta estábamos en la punta de una montaña llena de flores de colores, me dejó mirar y jugar con la flores mientras me observaba sentando en una roca. Eran tan bellas y de muchos aromas y colores que hasta me hicieron estornudar por respirar polen.

Las mariposas revoloteaban de una flor a otra a la par que la abejas de las que me mantuve alejado, jugando los las flores cree unas lindas coronas con las mismas tal y como se las hacía a mis hermanos cuando eran más pequeños, para luego correr hacia Reaper intentado no pisar las flores ni un insecto por accidente.

Se la coloque e la cabeza-¡Para ti!-Se me hizo triste que no viniera a jugar, pero si podía jugar con el aunque no se quisiera mover-¿Reaper?

El rió-Estas lleno de hojas y tierra-¡Mentirá! no era cierto.

Me senté en el piso junto a la roca donde estaba sentado el-¿Y?-Me limpió los pómulos con sus pulgares tomando mi rostro con delicadeza-¡...!

Anoche logré dormir bien, todo gracias a mi viaje al bosque, pero en especial por el recuerdo de la presencia de Reaper fue que logré dormir en paz, quería agradecerle por dejarme estar con el, solo que no sabía como. El es un gran monstruo de enorme corazón y vive en este paraíso ¿Que más podría querer?.

-Eres el alma más bella y pura que pude haberme encontrado-Sus manos seguían tomándome de los pómulos, aparte nadie me había dicho algo ni mínimamente tan lindo.

-Tu también eres lindo...-Susurre hiper-avergonzado, primera vez que el orgullo me deja decir algo así.

No creo que de repita.

Me miró con sorpresa, pero una sonrisa (que me pareció sincera) se dibujó en su rostro antes de besar mi cabeza poniéndome un poco más rojo, ¿Es que no tenía vergüenza?.

-¡Te haré feliz mi Genu! Ya verás-Exclamó con alegría... o como cerrando una promesa, cosa que me hizo sentir más abochornado.

-?-No lo entendía, ¿Tanto me quería? Nos conocimos ayer, ugh-Esta bien...-Me levanté y el me tiró para colocarme sobre el así abrazarme-¡!

Pero llegastes tú | Más allá del páramo lejanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora