Pero llegastes tú | Más allá del páramo lejano

Capítulo 10. Part of the forest

Paseamos por el pueblo, podía ver a como decoraban los locales con flores doradas (únicas y originarias de una tierra perdida, solo quedando de toda la tierra en estos bosques), colocando luces de hada del mismo tono y los niños corriendo por los caminos llevando cajas a los puestos que la gente empezaba a acomodar en puestos diversos que se empezaban a armar dónde, según Reaper, antes se ubicaba la zona comercial.

La casa pintorescas reflejaba sus culturas, aún siendo de día, ya iban bastante avanzados, los escuchaba reír, notando cómo varios locales dentro del pueblo estaban cerrados, mientras que otros estaban abiertos.

Veía una tienda de dulces dónde algunos entraban y salían, también note un pequeño gran grupo charlaba alrededor de una gran mesa mientras bebían y creaban coronas de flores doradas.

Era simplemente maravilloso este lugar

Reaper y yo charlamos, riendo y respondiendo las preguntas del otro, conociéndonos un poco más, aunque que quede claro, ya había adivinado que el era un adicto al café, pobre alma en pena.

—Y~ aquí es—Nos detuvimos.

Estábamos en uno de los lugares apartados del pueblo, Reaper me estuvo contando de el. Resulta que, como anteriormente dijo, el pueblo cada año dejaba ofrendas a los guardianes originales, con el tiempo, sus rostros se olvidaron, más Reaper conservaba registros en su biblioteca de ellos, el pueblo le pregunto si tenía fotos de ellos y cuando el respondió positivamente, las pidieron y crearon unas estatuas, colocándolas juntos a la primera guardiana del bosque cuyo nombre se perdió e las arenas de tiempo.

Era lindo, la primera guardiana era de cuarzo blanco y reforzado, con una corona de flores doradas hecha de oro puro, junto a ella en del mismo cuarzo los demás guardianes, todos sobre un pedestal rodeados de canastas y comida, flores y regalos, algunos más infantiles que otros, con farolas iluminando el pedestal y el camino de pétalos dorados hacia ellos.

—Hace muchos años, este bosque estuvo libre tanto de humano, como de monstruos—Voltee a ver a Reaper quien miraba a la primera guardiana como si viera a una vieja amiga—Cuando ella expandió sus dominios ocultando el bosque de los demás como ella, encontró tribus de humanos y monstruos, tomando sus pueblos bajo su protección, dándoles todo el amor y bondad que ella poseía en su corazón manchado por la perdida—Valientemente me apoye de su costado, entrelazando su manos y en una patético intento de darle mi apoyo. El correspondió apretando un poco nuestras manos entrelazadas—Ella no era perfecta, por mucha bondad y amor que poseyera seguia siendo egoísta, abandonando su hogar por un terrible suceso y tomando este bosque como suyo, ella no dejaba que nadie entrará a arrebatarles todo lo que había construido, pero al abrir su corazón, ella permitió a los viajeros perdidos que entraban y se perdían quedarse en sus tierras, quien entraba al bosque estaba destinado a regresar, porque una vez entras al bosque este se lleva una parte de ti que nunca recuperarás, haciendo que siempre terminen regresando—Apoyo su cabeza de mi hombro—Sus habitante descienden de las tribus originales o viajeros, algunos elegidos se convierten en seres capaces de poseer magia propia otorgada por el bosque, pero solo si el mismo te lo concede—Los escuché suspirar—En cuanto a ella, falleció—Jadee sorprendido, debía ser un golpe duro—Un día ella recibió una visita del pasado, con una cara feliz e inocente la engaño, no aceptando que ese ser solo albergaba la maldad y odio del mundo fue atacada sin piedad, con un arma robada, la única capaz de matar seres como ella—Sonaba dolido, apoye mi cabeza de la suya y pensé en ello, sonaba y se que debió haber sido horrible.

Permanecimos en silencio, Reaper parecía atrapado en recuerdos de antaño, solo pude sonreír y apartarlo un poco, me miro y yo solo le sonreí.

—Venga, vamos a por algo dulce—El me miro fijo, antes de sonreír y juntos regresar a los caminos del pueblo.