Capítulo 67: Nuevos Vecinos.

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Las cosas en la casa de la pareja conformada por Barry Allen y Harold Jordan habían cambiado desde que recibieron a un tercer chico. Los cambios en sí no fueron desagradables ni negativos, todos los habitantes tuvieron que hacer algunas modificaciones en sus rutinas, pero nada que fuese muy complicado.

Después de llegar de su cuarto día de clases, Kyle anunció que no entraría al club de arte de la escuela, sino que volvería al centro comunitario a retomar sus clases de arte. Por supuesto tanto Barry como Hal respetaron su decisión y le apoyaron, felices de que finalmente se sintiera seguro para tomar una decisión.

Cuando Kyle dio el anuncio para sorpresa de nadie Bart dijo que también quería tomar clases en el centro, eso y el cambio de Wally al equipo de atletismo, hizo necesario que la rutina que llevaban se modificara. Tras consultarlo entre ellos como pareja y luego entre todos sus chicos, Barry y Hal lograron crear la rutina perfecta para sus nuevas necesidades.

Wally tendría que entrenar 4 días teniendo sólo el viernes libre, sus entrenamientos durarían más de lo que solían durar sus entrenamientos de soccer por lo que estaría volviendo a casa más tarde. Bart terminaba sus clases antes que los mayores por lo que debería quedarse esperando en la biblioteca hasta que Kyle pasara a recogerle y ambos se fueran juntos al centro comunitario, cada quien tomaría sus clases y luego volverían juntos a casa. Para cuando los tres chicos llegaran Hal ya estaría en casa para recibirles, ya fuese con algo preparado por él o comprado, pero al menos los chicos ya no estarían solos. Por su parte Barry ya no tendría que conducir a casa para cocinar, por lo que usaría ese tiempo extra para trabajar y con ello llegar más pronto a casa.

La rutina parecía complacer a todos y todos estuvieron de acuerdo en seguirla, dando su mejor esfuerzo para que todo funcionara.

Sin embargo, aunque las cosas en su hogar parecían comenzar a adaptarse a los cambios, en el vecindario se avecinaban otros más.

— ¿Qué estás viendo, pa? — Le preguntó Wally al ver que llevaba más de 10 minutos mirando por la ventana.

Era sábado y todos estaban descansando en la sala. Apenas había pasado una semana desde que comenzaron con su nueva rutina y aunque cada quien se dedicaba a sus asuntos por placer, necesitaban un descanso y despejarse un poco del deporte y del arte.

Era el día número 15 de Kyle en aquella casa y aunque aún no la consideraba su hogar, sí se sentía con la confianza para sentarse a ver televisión con los demás sin sentirse incómodo o intranquilo.

— Shhh — Fue la respuesta del piloto.

Los dos chicos mayores se miraron arqueando una ceja, mientras el menor seguía viendo la película mientras comía gomitas.

— ¿Aún sigues espiando, Hal? No seas grosero — Barry apareció en escena llevando consigo la cesta de ropa limpia recién salida de la secadora.

— Shhh —.

— ¿A quién está espiando? — Le preguntó Wally a su otro padre.

— Anoche empezaron a llegar algunos camiones de mudanza a la casa de enfrente —.

— ¿Tendremos nuevos vecinos? —.

— Eso parece, pero Hal dice que sólo ha visto a gente de la mudanza, por eso está espiando para intentar ver a los dueños — Respondió en un suspiro.

— No finjas que no te da curiosidad, Bear — Dijo el piloto desde su puesto en la ventana.

— Puede ser, pero eso no significa que esté bien espiarlos, Hal — Reprendió acercándose a él — Mejor ve a organizar tu ropa —.

— Pero, Bear... —.

— Hal —.

— Ya voy — Con los labios y el ceño fruncidos, Harold tomó la cesta y se marchó escaleras arriba hacia su habitación.

Two Dads - HalBarry - DCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora