Todo o Nada

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El partido llegó. Toda la selección mexicana pisó el estadio a flor de piel. Memo y Guardado se unieron a los demás jugadores en el transporte. Nervios, risas, bromas. El ambiente estaba presente.

—¡DE LA SIERRA, MORENA CIELITO LINDO VIENEN BAJANDO UN PAR DE OJITOS NEGROS, CIELITO LINDO DE CONTRABANDO! —aulló Chucky una vez en vestidores. El director técnico rodó los ojos—.

—¡AY, AY, AY, AY! CANTA Y NO LLORES —rugieron de regreso el resto de sus compañeros.

—¿A QUÉ VENIMOS? —vociferó Guardado de un lado.

—¡A GANAR! —entonaron devuelta los demás.

—¿DÓNDE LO HICIMOS? —bramó el delantero Alexis Vega—.

—¡EN QATAR! —exclamaron sus compañeros.

—¡ESO CHINGA! ¡POR MÉXICO! —rugió el guardameta.

Los ánimos se fueron dispersando al salir de vestidores. Árbitros, miles de personas dividas en dos aficiones, césped, uniformes. Lo lograrían.

Antes de que pudiera salir Memo, una llamada de emergencia emergió de la pantalla de su teléfono.

"Mamá" se leía en el nombre.

Rápidamente contestó.

—¡Mijo! ¡Vas con todo Memito! ¡Tú puedes! —dijo entre sollozos—. ¡Estoy orgullosa de tanto aguante que traes! Igual que su madre. ¡Muéstrales tu garra!

—¡Eso haré, ma! Te amo muchísimo.

—¡Así se habla, mi amor! Estaré en la porra desde aquí en el local para ti. ¡Te amo!

—¡Te amo!

Su madre abandonó la línea, y sus ojos cayeron en la reciente notificación. El estómago le dio un vuelco.

—Creo que vos querés tu espacio.... @leomessi
—Solo escribo para desearte suerte hoy. @leomessi

El aire salió de su pecho y mordisqueó su labio ansioso. ¿Quiere espacio? ¿Lo quiere cerca? ¿Por qué si, por qué no? ¡¿Qué quiere?!

—¡Ugh soy un pendejo! —masculló tecleando rápidamente su respuesta.

—¿Dónde te puedo buscar después del partido? —@yosoy8a
—Suerte en el tuyo, también. —@yosoy8a

—¡Ochoa! Ya van a dar el silbatazo. ¡Ven! —le dijo Guardado en gradas de la selección.

—¡Voy! —jadeó lanzando el teléfono de vuelta en su maleta deportiva.

—Búscame en la suite privada. —@leomessi

El himno terminó, y el árbitro pitó. Comenzó el partido.

Es todo o nada.

La selección mexicana atacó con toda su artillería en el primer tiempo. Goles anulados, y otros a favor. La afición mexicana volaba por los cielos. Llegaron al medio tiempo. Los jugadores llenaron los vestidores.

—¡Vamos muy bien! —silbó el delantero Alexis.

—No hay que bajar la intensidad. —indicó Herrera.

El rizado automáticamente se dirigió a su maleta, esculcando entre los bolsillos para tomar su teléfono nuevamente. La respuesta del albiceleste reposaba en él.

¿Accidente o Incidente? || MECHOADonde viven las historias. Descúbrelo ahora