𝑯𝒊𝒋𝒐 𝒅𝒆 𝑨𝒇𝒓𝒐𝒅𝒊𝒕𝒂 | KᴏᴏᴋV | (Omegaverse)

|⁂|Capitulo 11|⁂|

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Todo sucedió demasiado rápido, luego de que deje a Jungkook para ir a donde Jimin no volví a verlo. Eso me desanimo un poco, pero no quiere decir que la fiesta no seguiría. Porque siguió como nunca, todo fue demasiado nuevo para mi pero fue algo divertido. Ya era el siguiente día y andaba en el jardín con Jimin, riendo y recordando bobadas que hicimos ayer luego de pasarnos de copas.

— Pero aquel tipo te miraba con cara de querer comerte de un solo mordisco! — río a carcajadas, a tal punto que cayó al suelo para reír.

— Quien no. — reí junto a él.

Fue grandioso el día anterior, nunca me la había pasado tan bien con desconocidos que después no fueron desconocidos. Aunque todavía tenía la duda del porqué Jungkook se había ido de la fiesta. Tan poco fue tan mala que digamos, fue todo lo contrario.

— Y qué pasó con aquel chico, el Dj? — lo mire y él dejó de reír para mirarme nervioso.

— Que quieres decir? — sonrió nervioso.

— Hay por favor Jimin, ya dime! — le dije luego de darle un pequeño empujón.

— Pues, nada. — salió corriendo y yo lo seguí hasta llegar al segundo piso del castillo, ya cansado me tire encima de él y lo amenace de que me contara cada detalle. — Bien! Ya! Pero salte de encima que me pondré duro. — frunció el ceño y hasta este momento noté que estaba en una muy mala posición, me levante rápidamente. Yo completamente rojo y él sonriendo.

— Vamos a la sala. — baje las escaleras, dejando de verlo por la vergüenza.

— Bueno, pues desde un principio me coqueteaba.. — siguió hablando sobre el por un par de minutos más, yo estaba boca abierta por lo que estaba contando. — Luego de que me rapeo esa canción bajo de la tarima y fue a donde mi pero yo me alejé de él; no lo volví a ver. — agachó la cabeza jugando con sus manos.

— Te sientes mal por eso? — le pregunté acercándome a él, dejando que recostara su cabeza en mi hombro.

— Creo que si, mi lobito también sintió feo por lo que hice. — se recostó en mi regazo, restregando su cara en este. Yo tocando su cabellera con caricias suaves. — Creo que hice mal, mi lobito quería estar cerca de él. — hizo un puchero bastante tierno, mirándome desde abajo.

— También me sentí así cuando dejé a Jungkook. — también hice un puchero.

— Pero mi lobito es malo. — me miró con los ojos aguados.

— Porque dices eso mimi? — lo mire preocupado, Jimin se veía más infantil de lo normal. Como un niño triste.

— Me regaño bien feo por alejarme de Yoongi. — restregó sus ojos, yo lo acaricié por la mejilla.

— Puedes dejar salir a tu lobito? — el me miró. — Hablare con el, esta bien? — el asintió, se levantó y se sentó en el suelo. Salieron algunos destellos de su cuerpo y salió un Jimin serio. Eran iguales pero diferentes, se notaba la diferencia de Jimin humano y Jimin Omega.

— Que quieres. — alzó una ceja serio.

— Oye, ten cuidado de cómo le hablas a Jimin.

— Y que, es mi humano. — dijo sin reflejar ninguna expresión.

— Exacto, es tu humano. Tienes que tratarlo bien como él a ti Omega. — fruncí el ceño, él me miró y luego rio agriamente.

— Omega!? — río nuevamente de la misma manera. — Yo no soy un Omega.

— Que..?

— Soy un Gamma, no un asqueroso Omega.
— volvió su cara neutra. — Que mal que tú amiguito te mintió, eran tan buenos amigos.
— sonrío y por un momento vi como salían esos destellos y volvió el verdadero Jimin.

— Que carajos Jimin!? — el no tuvo el valor de mirarme a los ojos. — Enserio nunca te pasó por la cabeza contárselo a tu mejor amigo, eh!? Acaso no soy lo suficiente confiable para que me cuentes algo como eso Jimin! — no hubo respuesta. — Carajo! Contesta mi puta pregunta! — solo escuché como sollozaba. — Bien! Me largo! — me levante bruscamente y me fui a mi habitación, dando un portazo.

Me tire en mi cama viendo hacia arriba, mirando el techo. Pasaron varios minutos y yo todavía seguía en shock. Salí de mis pensamientos cuando me di cuenta de que Jimin estaba en la esquina de mi cama con los ojos hinchados y aguados, teniendo un puchero tembloroso y sus manos jugando nerviosamente.

— Lo siento Taehyungie, pero no quería que me odiaras por ser un feo Gamma. — bajo la cabeza, sollozando nuevamente.

Me senté como un indio y el gateo hasta estar frente a mi con un puchero. Se sentó en sus piernas y extendió sus manos hacia mi queriendo un abrazo.

— No! — gire mi cabeza y cruce mis brazos negando.

— Taehyungie.. — se acercó más a mí aún con los brazos abiertos. — Perdóname.. Por favor un abrazo. — habló tembloroso, aún con un puchero. Abrí uno de mis ojos para verlo de reojo, solo sentí pena por tenerlo así. — Abrazo..? — habló como un niño pidiendo un dulce.

— Como sea.. — lo abracé y él correspondió fuertemente, se tiró encima mío. Yo quedando acostado y él encima de mí aún abrazándome. — Mimi, no me vuelvas a ocultar nada porque me enojare peor. — lo mire y el asintió, volviendo a acostarse. Como no me había dado cuenta, el tiene un aroma peculiar, no como el de un Omega.

— Besito..? — levantó un poco su cabeza mirándome. Yo solo sonreí por lo tierno que se veía, le di un beso en sus dos regordetes cachetes y uno en su frente, volviendo a la posición de antes. Parecía un niño, corrijo, es un niño. No se como o cuando paso pero parece que él se tiende a convertir infantil cuando está triste.

Terminamos durmiéndonos hasta el siguiente día de esa manera. Se sentía tan bien estar junto a Jimin. El se convierto en parte de mi, a tal punto de que no podría vivir sin el. Simplemente hermoso, Jimin hace que me sienta tranquilo y en paz. Me siento tan calido siendo abrazado por el, es una muy bonita amistad la que tenemos. Solo tengo que decir que lo quiero como nunca ame a un amigo en toda mi vida. Ha sido lo mejor conocerlo, lo quiero con mi vida y se que él también me quiere. No quiero salir de sus brazos nunca, es tan suavecito y calientito.

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