Donde el hijo de Afrodita, sido llamado como Kim Taehyung por su madre. Ha sido desterrado al mundo de los mortales para buscar su destino. Llegando a su propio Reino Kim, siendo reinado por el mismo.
Tratando de descifrar su destino, se encuentra c...
Ya estaban todos en el baile, Taehyung no había llegado aún. Todos esperaban ansiosos al bellísimo Kim para halagarlo y decirle lo bello que era. Pero aún no llegaba, y los pueblerinos estaba alterados por no ver la llegada de su Rey. Cuando pensaban que había llegado, vieron a un hombre realmente hermoso pero no era su Rey.
Jungkook
Había llegado a aquella tan elegante fiesta pero no había rastro de aquel hermoso Dios. Unos que otros me tiraban miradas de coqueteo pero yo no les correspondía. Ya había pasado una media hora desde que había llegado y no vi a Taehyung por ningún lado. Hasta que se escucharon algunas trompetas y de las grandes escaleras baja Jimin; para que luego bajara Taehyung con un hermoso vestido y su máscara. "Se ve realmente hermoso.." pensé.
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"Realmente se ve hermoso!"
"El es un mismísimo Dios griego."
"Como puede una persona ser tan bella!?"
"Ya me e enamorado!"
"Con máscara o sin ella se ver hermoso!"
"Uff, me lo imagino desnudo encima mío.."
"No sea asqueroso!"
Hablaban todos los pueblerinos, algunos lo gritaban y otros solo susurraban. Todos esos halagos -algunos no tan amables- me ponia la sangre hirviendo; me pone realmente celoso que hablen así de él.
— Taehyung, ven! — le llamó Jimin, haciendo que este se acercara de una manera sensual; cosa que hacía con naturalidad.
— Jimin... Porque todos me miran así.. — preguntó a Jimin en un susurró, mirando a quienes lo miraban babeando.
— Oh por favor Taehyung! — sonrió. — Que no te das cuenta o solo te haces. — alzó una ceja.
— Ah... — entendiendo ahora, haciendo una "O" con su boca.
— Taehyung! — llame y este volteo rápidamente con un brillo en sus ojos color miel, realmente peculiares.
— Oh Jungkook, qué haces aquí? — me pregunto sin tan siquiera fijarse en mi traje.
