Capítulo 5

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ㅡ¡No quiero ser una perra, pero eso es lo más alto que puedes saltar, Jennie! ㅡgritó Rosé enojado.

Jennie estaba exhausta.

Hoy no había sido un buen día.

No pudo dormir nada anoche porque tenía que terminar un proyecto de la universidad que claramente no termino, se acostó a dormir a las tres de la mañana y despertó a las seis llegando tarde a su entrenamiento, con una Rosé que claramente estaba de mal humor por su tardanza.

Jennie no había cenado nada anoche y esta mañana tampoco había desayunado, así que tenía demasiada hambre.

Cabe recalcar que los alfas del equipo de hockey estaban felices de tener toda la pista para ellos y en cuanto llegó Jennie al centro ellos la vieron tan mal que Jennie sintió un poco de dolor en su interior.

Las malditas remodelaciones del centro de los alfas se retrasaron por la nieve, por lo cual tendrán que estar en el centro deportivo por otros cinco meses más.

Jennie quería llorar al escaparse su salto estilo salchow.

Rosé gritó enojada.

ㅡ¡¿Qué te sucede hoy?! ㅡRosé salió del área de patinaje.ㅡ Ocho semanas trabajando en esta rutina para que no la puedas memorizar, ¡es todo por hoy! ¡mañana espero estés con la cabeza en la puta pista!

Todos los que estaban ahí ves quedaron en silencio, incluso los alfas del equipo de hockey se detuvieron un segundo para ver a la omega que estaba en medio de su espacio.

La omega vio como todos se quedaron en silencio y empezó a patinar fuera de la pista.

Lisa veía todo desde su posición.

Sin esperar salió hacia donde estaba la omega quitando sus patines.

La fuerte alfa se acercó y la vio.

Jennie se veía triste.

Estresada.

Frustrada.

Lisa pelea mucho con Jennie, es la especialidad de la alfa hacer a Jennie perder la paciencia, pero nunca había llegado al nivel de ver a la omega completamente desesperada.

ㅡ¿Te encuentras bien? ㅡla alfa acarició débilmente la espalda de Jennie quien calmaba su respiración.

ㅡNecesito salir de aquí. ㅡla omega tomó su mochila empezando a caminar a la salida.

Lisa se quitó los patines lo más rápido que pudo y siguió a Jennie, quien dejaba un olor triste por donde pasaba.

Al llegar a la salida de atrás del centro vio a la castaña.

La omega estaba recargada contra un árbol que estaba completamente seco, el frío invierno se había llevado todas sus lindas hojas de colores.

Lisa llegó junto a ella.

ㅡTe vas a congelar el trasero.

Jennie lo vio desde abajo.

Tenía sus ojitos rojos, su nariz estaba rojita también y parece que mordió débilmente sus labios.

ㅡNo quiero pelear justo ahora, Manobal. ㅡla omega se abrazó a si misma.

Lisa se sentó junto a ella.

La fría nieve era insoportable, no tenía exactamente frío pero si era molesto el saber que luego tendrá el trasero mojado.

Jennie estaba tranquila.

Su olor seguía siendo triste, pero la omega se mantuvo sereno a su lado.

ㅡHe tenido un muy mal día. ㅡla voz de la omega tembló.

Lisa asintió y acarició la espalda de Jennie dejando que la omega recargue su cabeza en su hombro.

ㅡ¿Quieres hablar de eso?

Jennie asintió.

Se levantó de su lugar y empezó a caminar dando vueltas por el árbol.

ㅡ¡Mi maldito profesor de filosofía decidió rechazar mi examen por llegar dos minutos tarde! ¡dos minutos! ¡así que tuve que hacer un maldito proyecto que yo se que no me dará la mejor calificación por lo cual reprobaré esa estúpida materia! ㅡJennie decía exasperada, su voz era fuerte y seguía dando vueltas al árbol y cuando pasaba frente Lisa la veía y expresaba más su enojo. ㅡ ¡No he comido nada desde ayer en el desayuno! ¡así que estoy hambrienta! —Lisa vio preocupada a Jennie. —Mis alumnos necesitan más lecciones para poder hacer un giro toe loop, y aun así no recibiré mi paga de esta semana porque llegue tarde a una lección. —la omega se sentó junto a Lisa. —¡Y perdí el gorro de mamá!

Lisa vio a Jennie y la abrazó débilmente, dejando que Jennie descansara su cabeza en su pecho.

La castaña respiro hondo e inhalo el delicioso aroma a de la alfa.

Olía a bosque.

Le gustaba.

ㅡEl otro día dejaste tu gorro en los casilleros, lo tengo yo, esta resguardado en mi casillero. ㅡvio directamente a Jennie. ㅡEstá calientito, esponjoso y esperando a su dueña, así que relájate. ㅡJennie asintió y limpio sus lágrimas. ㅡJennie, eres una gran patinadora, hoy solamente fue un mal día. ㅡLisa acarició el cabello de Jennie quien respiraba tranquila, saliendo humito blanco de su boca por el frío. ㅡAhora... Tienes que comer. ㅡLisa la vio seria. ㅡEres una atleta, tienes que nutrirte y si no lo haces tú entonces te obligaré a comerte uno de mis platos de comida todos los días.

Lisa hablaba en serio por lo cual Jennie asintió.

ㅡ¿Te sientes mejor?

Lisa asintió.

ㅡ¿Podrías darme mi gorro, por favor? ㅡJennie susurró.

Lisa asintió y tomó la mano de Jennie para levantarla de la fría nieve.

Antes de entrar al centro Lisa soltó la mano de Jennie quien se sintió un poco triste al ya no tener la fuerte mano de la alfa junto con la de ella.

Patines y chocolate caliente | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora