Ya vestida y maquillada para afrontar un nuevo día de trabajo, se fue directa al gremio con algo de sueño pues aún pensaba en lo sucedido con Natsu el día anterior. Llegó bastante pronto, mucho más que el resto, solo estaban Makarov tomando un poco de su desayuno, el fantasma de la primera volando por el gremio divertida y alegre como siempre y por último, Mirajane quien se aseguraba que todo estuviera en buen estado, sobretodo los alimentos.
—Buenos días—saludó ella dando un ligero bostezo.
—Buenos días—respondieron ellos.
Se fue directa a su despacho y comenzó con el trabajo. Después de estirarse y darse cachetadas, se despejó lo suficiente para trabajar.
Escuchaba el bullicio de la gente llegar al gremio de lejos. Pero ella seguía centrada en lo suyo.
—¡Hola a todos!—dijo una voz gritando. Era inconfundible, era Natsu.
La joven salió a recibirlo y le ordenó ir a su despacho.
—¿Qué ocurre?—preguntó este extrañado.
—Quiero que vea el montón de cartas que hemos recibido quejándose de todo lo que destroza.
El resto del gremio rieron un poco. Natsu malhumorado la siguió hasta dentro del cuarto, ella cerró la puerta cuando este pasó.
—Bueno, tampoco es para tanto—dijo viendo el pequeño montón de papeles.
Ella se subió sobre él y le plantó un enorme beso que lo tiró al suelo. Ahora ella estaba sobre él, dando a este muchos besos. El que fuese allí solo era una excusa. Levy le abrazó fuertemente, lo máximo que pudieron dar sus pequeños brazos.
—Levy...—susurró él.
—Shhh—ella le besó tiernamente—Natsu...idiota...—casi estaba a punto de llorar.
Ella perdió la cuenta de los besos que le dio mientras esbozaba una sonrisa. Natsu le correspondió igual, ambos se sentían en una nube. Hizo sentarse al joven en la silla y se puso encima, justamente como la última vez.
—Natsu...me gustas mucho—dijo—tienes ese algo que...no sé como explicarlo.
Los besos ahora fueron mucho más pasionales, uno con el otro mientras le acariciaba el pecho a Natsu, se notaba la dureza de los entrenamientos. Levy fue besando su pecho, dando suaves besitos mientras iba bajando. Por un lado le daba algo de corte, pero por otro lado, sentía las ganas de bajar. Su boca besó el pantalón del joven y al mirar arriba, roja como un tomate, vio a Natsu con un leve sonrojo, mirándola.
—No me pongas esa carita por dios—pensaba sintiendo como el corazón se le iba a salir.
Cuando iba a bajarle los pantalones, escuchó pasos cercanos y enseguida se puso de pie y comenzó a fingir que reñía a Natsu.
Este comprendió el cambio de actitud cuando se abrió la puerta y fingió que lo sentía.
—Ten más cuidado por favor—dijo ella ''terminando'' el discurso.
—Siiii.
Se marchó de la habitación mientras Mira entraba.
—No seas dura con él.
—No lo soy, pero debe saberlo.
El resto del día fue tranquilo, salvo para Levy que estuvo algo más distraída debido a lo sucedido.
Cuando regresó a Fairy Hills, vio que la ventana estaba abierta y Natsu dentro de su habitación, tirado en la cama y leyendo unos comics.
—Hola—saludó.
—Natsu—ella corrió a abrazarlo.
—Oye...lo de hoy...—pero fue callado por un beso.
Levy le acarició el pecho, y esta vez fue bajando. Se mordió los labios, llevaba todo el día pensando en ello. Tiró hasta abajo y fue golpeado por el duro miembro del chico. Ella sonrió y le dijo que era un chico malo por hacer eso.
—¿Qué debería hacer?—preguntó jugando con él usando su mano.
—Levy...
Ella se lo metió en la boca de golpe e hizo gemir al chico. Este nunca había sentido algo así en su vida, trataba de contener el gemido. Levy juguetona, no hizo otra cosa que utilizar su lengua de una forma que nunca pensó que haría.
Tras unos pocos minutos, el joven estaba seguro que ya salía. Fue en ese momento que Erza entró al dormitorio y al ver la situación ni se inmutó, simplemente contempló como el joven llenaba la boca de la chica que al verla, se sintió avergonzada.
—Levy si vas a hacer esta clase de cosa es mejor que pongas pestillo—dijo ella tranquila—hola Natsu.
—Hola—saludó sin más.
Levy dio un pequeño grito de vergüenza.
Un rato después, Natsu y Erza charlaban mientras cenaban una comida preparada por la pelirroja. Levy se sentía muy pequeña, más todavía y se quedó mirando a ambos charlar mientras no dejaba de pensar en lo sucedido. Era tan vergonzoso que le hubieran visto de esa manera que no dijo nada.
Cuando Erza se despidió para irse a dormir, Levy fue cargada en brazos por Natsu quien la llevó a a la cama. Ambos se besaron y durmieron abrazados, algo que calmó a la maga y le hizo olvidar lo sucedido.
A partir de ese momento, sabía que las cosas iban a cambiar mucho. Pero que mientras que tuviera a Natsu a su lado, estaría a salvo.
Continuará...
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¿Hacemos un libro sobre nuestro amor?-Levy x Natsu (+18)
FanficSon completamente diferentes en todos los sentidos, pero les une algo, el amor por el gremio. La pequeña maga encontrará en Natsu alguien en quién confiar más allá de las batallas, un chico con el que compartir momentos únicos. Y apasionada de los l...