𖥻 ، O17

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Habían pasado unas semanas de su cita, o bueno, su escapada romántica en que Hyunjin cocino para Seungmin, lo acompaño a nadar y durmieron juntos, acurrucados y ronroneando por el delicioso olor de su pareja.

Hyunjin ahora se encontraba operando un gatito que estaba siendo castrado, el alfa estaba concentrado en su trabajo con Bangchan a su lado revisando la operación, los signos vitales del gatito y de vez en cuando le pasaba lo que Hyunjin necesitaba.

Hyunjin empezó a tararear la canción de king of my heart por Taylor Swift.

Bangchan vio curioso a Hyunjin.

—¿Estás tarareando una canción?

Hyunjin no se detuvo, pero volteo a ver por un segundo a Bangchan.

—¿Si?

—Tu nunca haces eso, en especial a Taylor Swift. —el alfa rió. —Quiero decir la otra vez me pediste que dejara de poner Taylor Swift solo porque estaba enamorado.

Hyunjin se detuvo.

Simplemente se sintió feliz.

Quiso tararear la canción.

Y de la nada estaba recordando a Seungmin.

Seungmin y sus brillantes ojitos azules.

Como bebieron cerveza en esos vacitos de plástico rojos en la terraza de la cabaña mientras veían las estrellas.

También el cómo se sentía tan feliz por simplemente tener a Seungmin.

Antes estaba bien.

Se sentía tranquilo con la idea de no tener una relación.

La idea de llegar a su departamento y que estuviese vacío no le causaba ninguna molestia, pero el llegar a su departamento ahora era extraño.

Desde hace unas semanas de verdad no abandona la casa de Seungmin.

Le gusta la calidez de su hogar, la luz, las plantas y la cantidad absurda de ositos de peluches que están regados por toda la casa.

Le gusta acurrucarse con Seungmin en su sillón, con Leopoldo en sus piernas y Piña mordisqueando una pelota que Hyunjin le dio.

Le gustaba estar con Seungmin y sentirse pleno, feliz.

Ya no se siente simplemente tranquilo e indiferente, se siente feliz.

Siente felicidad y emoción genuina.

—Termine. —Hyunjin terminó la operación con éxito y dejó que Bangchan se encargara de los cuidados después de la operación.

Hyunjin llegó a la casa de Seungmin y abrió con la copia de llaves que el omega le había dado.

Seungmin estaba en la cocina.

Estaba horneando muffins de zanahoria.

Piña llegó alegre y Hyunjin la acarició sintiendo el suave pelaje blanco de la perrita.

—Hola, amor. —Seungmin habló fuerte. —¿Cómo estuvo tu día, alfa?

La luz pasaba por la ventana y al ser el atardecer era ese hermoso tono naranja que hacía ver a Seungmin como un Dios.

—Bien, bonito. —el alfa llegó a la cocina y vio a leopoldo en una silla junto a la mesa.

Lo intentó acariciar pero el gato le mostró sus dientes y siseo molesto.

—No está de buen humor hoy. —Seungmin le sonrió a Hyunjin y dejó los muffins en el horno.

El omega se acercó a Hyunjin y lo abrazó y dejó un besito en sus labios.

—¿Cómo estuvo tu día, omega? —Hyunjin acarició la mejilla de Seungmin.

El omega sonrió.

—Bien, —el omega sonrió emocionado. —Llegó una nueva exhibición al museo y ahora tengo que hacer muchas restauraciones a pinturas. —el omega sonrió.

Hyunjin sonrió y dejó al omega alejarse.

Seungmin se recargó en la barra de la cocina.

—Estoy un poco estresado. —el omega suspiró.

Hyunjin se acercó coqueto al omega y tomó su cintura volteándolo para poder besarlo.

—Puedo quitarte el estrés. —el alfa acarició la cintura del omega hasta bajar hasta sus muslos.

—Acabo de meter mis muffins al horno. —el omega rió y después le sonrió coqueto.

—Podemos hacerlo aquí.

Seungmin vio asombrado al alfa.

—¿Sabes que Felix o Eunwoo podrían entrar en cualquier momento?

El alfa empezó a besar su cuello y subió al omega en la isla de la cocina.

—Pero ahora no están. —dijo entre gruñidos mientras Seungmin suspiraba. —Además Felix siempre llega tarde y Eunwoo me dijo el otro día que iría a una fiesta hoy.

Seungmin sonrió y besó a Hyunjin mordiendo su labio.

—Me gusta la idea alfa.

Hyunjin empezó a dejar besos en la mandíbula de Seungmin.

El omega jadeo al sentir la mano de Hyunjin empezar a desabrochar sus pantalones y empezar a jalarlos con un poco de desesperación hasta que se escuchó como rompían.

Seungmin chillo y abrió su boca asombrado haciendo al alfa meter su lengua en la boca del omega besándolo profundo.

Seungmin jadeo y acariciaba los cabellos de Hyunjin hasta bajar y empezar a desabrochar los botones de la camisa de Hyunjin.

Al llegar al último botón empezó a acariciar el abdomen de su alfa y metió sus manos arañando un poco la espalda del alfa.

—¡Seungmin! —Seungmin volteo a la puerta y sintió sus mejillas sonrojarse.

Se bajo de la isla de la cocina y sintió su cara como un tomate.

—¡¿Por qué soy yo el que siempre tiene que encontrarlos?! —Felix estaba en la puerta con sus manos tapando sus ojos, su voz era desesperada. —¡En la cocina no, Dios santo!

—¡P-perdón, Lix! —Seungmin chillo y vio a Felix negar.

—¡Iré a mi habitación y espero no escuchar ningún ruido cochino! —el alfa gritó desde las escaleras. —¡Pecadores!

Seungmin se recostó en la isla y tapó su rostro con sus manitas.

Hyunjin quería reírse pero se dio cuenta de que su omega estaba muy nervioso.

—Calma, Seungmin.

—¡Es que me da demasiada vergüenza, alfa!

—Creo que deberíamos dormir en mi departamento hoy.

—¡Solo dormiremos!

—¡Pero iba a desestresarte!

—¡Solo dormir, alfa! —Seungmin empezó a subir las escaleras para buscar su mochila... Y pantalones nuevos. —¡Cuida mis muffins!

Hyunjin sonrió y sintió su corazón bombear fuerte mientras abrochaba los botones de su camisa.

Adoraba a su omega.

❛  cute vet  𖥻  hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora