IV: Nueva oportunidad.

1.5K 80 6
                                    


No sé cuánto tiempo ha pasado, me encuentro escondida en el maletero de un auto. Sintiendo como montonones y montones de ellos pasan por fuera del auto donde me encuentro. Ya no tengo fuerzas, estoy débil, no he comido nada hace ya varios días, estoy tan cansada que solo cierro mis ojos esperando lo que tenga que pasar.

Un pequeño rayo de luz llegadirecto a mis ojos a través de un agujero que tiene el maletero, no sientoruidos, esos ruidos que me hacen tener escalofríos. Abro lentamente el maletero,dejando entrar toda la vitamina D que emana el sol. Salgo, me sacudo, acomodomis cosas y sigo mi camino, con el fin último de encontrar agua y refugio. Pasopor un letrero el cual me indica que estoy a unos kilómetros de Washington DC, pienso.. quizás allá pueda encontrar algo, me animo a mi misma y continuo mi camino.

Al cabo de unas horas caminando, siento como mi vista se nubla, mis piernas se debilitan, a los lejos siento pasos, no logro distinguir nada, no sé si son ellos o si queda algun otro sobreviviente como yo. Caigo a suelo y a los lejos de forma distorcionada, escucho algunas palabras que no logro distinguir.

-Vamos chica, quédate conmigo, te brindaré ayuda.- Son las únicas palabras que logro distinguir, no sé si es alguien bueno, alguien malo, simplemente siento como mi cuerpo es levantado del suelo, y solo me duermo, o más bien, me desmayo.

----------------------------------------------

Abro mis ojos, ya no me siento tan débil, trato de acomodarme en la cama, miro a mi alrededor.. ¿Dónde estoy?.

Era un lugar completamente limpio, tenia mesas quirúrgicas, estantes con medicamentos, más allá una biblioteca con muchos, pero muchos libros. Hacia el otro lado, hay una pequeña cocina y un par de camillas más. De pronto una voz me saca de mis pensamientos.

-Despertaste.- Siento una voz de un hombre, por lo tanto me pongo totalmente en alerta, pero no como una loca desquiciada.- Tranquila.- Dice levantando las manos en modo de defensa.- Soy Aron, estamos en la comunidad de Alexandria.

Mis neuronas no logran asimilar todo lo que está diciendo este tipo. Respiro profundo, observo detalladamente cada movimiento que el hace. Toma una jarra en sus manos y vierte un poco de agua; estira su brazo ofreciéndomela. Frunzo el ceño en modo de desconfianza, el rueda los ojos y sonríe, se acerca el vaso a su boca y toma un trago, abre su boca y me muestra que se ha tragado el agua, que no tiene nada. 

Aún con recelo, tomo el vaso, al momento en el que una gota roza mis labios, no puedo parar, es que mierda, llevaba días sin tomar una sola gota de agua. Veo como quien dijo llamarse Aron, toma una silla y se sienta cerca de la camilla. Luego de unos minutos, decido dar el primer paso.

-Soy Madison, Madison Smith, mis amigos solían decirme Mad, o Madi.- Sonrío débilmente.- Él asiente.-

-¿Qué edad tienes?.- Pregunta mirándome.

-22 años.- El hombre me brinda confianza, total, creo que sería mejor estar aquí, que afuera.-

-¿A qué te dedicabas antes de todo ésto?

Lo dudo pero finalmente respondo.- Estudie unos años medicina, no alcancé a terminar.- La puerta nos interrumpe, entra una mujer algo baja de estatura, una melena rubia, de unos 50 años aproximadamente. Me sonríe tiernamente

-Hola.- Me dice con una dulce voz.- Soy Deanna Monroe, líder de Alexandria.- Asiento y le devuelvo una sonrisa. Me extiende su mano y me entrega un plato con comida. Carajo, pensé que jamas volvería a comer espaguetis.

-Gracias.- Digo sin siquiera pensar en que la comida podía tener algo malo y meto un bocado a mi boca, cerrando mis ojos ante la sensación, es como si tuviera un orgasmo gastronómico. Sonrío ante ese pensamiento tan banal. 

Through your eyes | Daryl Dixon +18  ✓ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora