-Cuando te veo, puedo notar que tienes una luz que conecta conmigo, haciéndome ver a través de ti.- dijo él.- Eres la luz de mis ojos.- lo miré sin decir una palabra y entonces comprendí que tanto mi cuerpo como mi alma, pertenecían a él.
En medio d...
Ha pasado un día y medio desde que esto comenzó, todo ha estado tenso. Solo quedan un par de horas para emprender vuelo a enfrentarnos a esta última batalla como dijo Rick.
No he tenido novedades de nadie, tengo un presentimiento de que algo no salió tan bien como esperábamos. Sé que hemos perdido personas, anhelaba que esto no pasara, pero sabía que era imposible, solo espero que nadie de los nuestros.
No he pegado un ojo en toda la noche. Ya no sé con exactitud la hora, pero me encuentro sentada en el comedor de nuestra casa, con un té y una tostada mirando por la ventana el amanecer. No quise despertarlo, sé que en las últimas horas su energía al igual que todos está cada vez más débil y estas horas son cruciales, debe estar descansado y yo, creo que he descansado más que él.
Mil y un escenarios han pasado por mi cabeza desde que todo esto comenzó, pero sobre todo en qué pasará cuando le diga al hombre que duerme en el segundo piso que ya no solo seremos dos, sino tres.. me atormenta la idea de pensar que todo puede acabar, siempre lo he dicho, nunca he dependido emocionalmente de nadie para vivir o para mi bien estar, pero desde que éste hombre de ojos azules aterrizó en mi vida hubo un cambio, no dependo de él, pero si se va, nada volverá a ser lo mismo.
-¿Hace cuánto estás despierta Smith? - su voz me hizo saltar
-Carajos - digo entre risas - No lo sé, no podía dormir y vine a desayunar.
-Dame de eso - dice cogiendo mi taza de té - Smith, esto está helado, ¿sucede algo? - me cuestiona con preocupación con mi taza entre sus manos.
-No sucede nada fuera de lo normal.. es decir, todo lo está pasando no es para nada menor - respondo desviando la atención.
-Yo sé lo que a ti te hace falta - dice con una sonrisa coqueta - Yo prepararé tu desayuno.
-¿Qué? - respondo riendo - No es necesario.
-Lo es - respondo guiñándome un ojo y dirigiéndose a la cocina.
Desde donde estoy solo me acomodo para observarlo. Con su camisa negra, un sartén y una cuchara de madera en su mano preparando huevos.. con una sonrisa cálida en su rostro mientras busca cada ingrediente con el fin último de que quede sabroso. Y con esa imagen, por si me quedaba alguna duda, termino de creer que éste hombre me tiene locamente enamorada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Y bualá - dice dejando un plato enfrente de mí - Con todo mi amor y poco conocimiento en cocina.. - dice haciendo una broma.
Juro por Dios que no quise arruinar ese lindo momento pero estas jodidas hormonas arruinaron todo, a penas el aroma de la comida frente a mí rosó mis fosas nasales, las nauseas se hicieron presentes.. no pude evitar hacer arcadas y corrí hacia el baño para vomitar.
-Madison - oigo su voz al otro lado de la puerta - Cariño, ¿estás bien? - pregunta preocupado.
-Carajo, sí - digo limpiando mi boca y tomando mi cepillo de dientes con un kilo de pasta dental que le vertí encima - Salgo en un minuto - respondo nuevamente - Ahora voy - volví a hablar después de unos minutos.
