35 - Sin Escape

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(más de 2000 palabras)

Sus ojos se abrieron lentamente, junto a parpadeos pesados y débiles, trataron de ajustarse a la casi nula luz en la habitación.

A medida que su cuerpo se iba reincorporando, un dolor agudo comenzó a esparcirse. Pasó por su columna y cabeza hasta la punta de cada una de sus extremidades, parecido a haber caído de un segundo piso. Gimió en respuesta al dolor y su cuerpo se sentía más pesado y entumecido, ¿Cuánto tiempo llevaba allí? A pesar de la dificultad, él pudo sentarse aunque su cabeza aún daba vueltas.

De repente, como un destelló llegó su respuesta, ante sus ojos pasaron en forma de imágenes los eventos que antes habían ocurrido; una discusión, una silueta a mitad de la carretera y un choque, todo haciéndole ver su situación.

Un quejido llamó su atención haciéndole ver a la mujer tirada a su lado. —¡Melissa!— exclamó el hombre moviéndose tanto como su adolorido cuerpo le permitía. Los movimientos bruscos lastimaron aún más sus músculos y la sensación similar a Miles de apuñaladas se incrementaba, pero el no se detuvo hasta alcanzar a quien sería su esposa.

Asustado y pesando lo pero, la colocaría boca arriba para poder verla; su ropa estaba llena de sangre seca y su rostro mostraba varias cortaduras, sus quejidos constantes decía que estaba viva, aunque ella desearía lo contrario. Él la revisaría palpando cada parte de se cuerpos buscando alguna herida profunda o grave, cada toqué era más dolor para ella.

Su mano fue detenido por la de la mujer quien lo sujeto con fuerza de la muñeca —Henry...— hablo la mujer con voz débil y ronca llamando su atención —eso duele... Y mucho— aclaro entre alaridos.

A pesar de aquello, ambos no pudieron evitar sonreír y darse un muy tierno, al igual de doloroso e incómodo abrazo.

—¡vaya!... Me alegra que estén arreglando sus problemas de pareja— se burló una voz entre las sombras, una voz robótica.

Henry se sorprendió y buscó con la mirada por toda la habitación, tratando de ver quién les hablaba, la fatiga junto a la oscuridad hacían imposible ver más allá que unos pocos centímetros. Sin embargo logro ver una silueta parada no muy lejos. —¿Quien eres tu?— preguntó con tanta firmeza podía tener en ese momento. —¿Que quieres de nosotros y que hacemos aquí?—

La risa de aquella silueta lleno la habitación, una risa burlona y metálica. Aquella... Cosa, se acercó con pasos ligueros, casi inaudible de no ser por un contante y molesto rechinido que los acompañaba, al estar en frente de Henry lo tomo por el cuerpo y lo levanto al aire. Melissa trato de retenerlo pero solo logro elevarse junto a él y lastimarse ambos, Henry en el cuello y Melisa al caer contra el suelo.

Henry miró a la cosa y está le devolvió la mirada con unos penetrantes y doloroso ojos de plata. —ustedes serán mi diversión— dijo sádicamente, posteriormente riendo mientras apretaba el agarre en el cuello de Henry.

★★★

Había pasado un tiempo, difícil saber cuánto exactamente. Melissa y Henry experimentaba lo mismo que su hija había vivido hace un año... Pero con sus diferencias.

La cosa perseguía a Henry y Melissa siempre que quería o estaba aburrida, no había habitaciones seguras y no parecía tener debilidad por nada, solo podían escapar porque ella así lo quería, más de una vez los dejo huir solo para divertirse cazandolos. Aquello llegaba al punto tal que les hizo creer que la luz podía frenarla o al menos distraerla, eso duró hasta que se aburrió, dejándose iluminar y cegar todo lo que quisieran, pero ella nunca paró.

Siempre que ella los atrapaba, de verdad, después de su seción de tortura, ellos despertaban en un lugar diferente al anterior; unos pasillos irreconocibles, un hospital y una fábrica eran los lugares que Henry podía recordar. Aunque no podía asegurar de que fueran todos lo que había visitado.

Problemas Del Pasado (Fnaf AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora