𝗕𝗥𝗢𝗞𝗘𝗡 𝗪𝗔𝗟𝗟𝗦 || 𝗜𝗧 𝗢𝗖.

III

Había terminado su almuerzo ahora lo que tenía que hacer es ir a la casa de Eddie ya que era la hora o más bien iba algo tarde, solamente se cambió la camiseta por un vestido sencillo no tan "femenino" y abajo tenía sus pantalones cortos. Fue tan rápido que solo se llevo su mochila, sus llaves y su muñeca preciada.

Maldecia al correr hacia la casa de su amigo, pues no sabía manejar bicicleta o algo, por estupidez y prácticamente hubiera llegado más rápido en eso pero no.

Luego de unos minutos estaba en la entrada de la casa Kaspbrak por lo cual tocó la puerta no tan fuerte.

—¿Eds?— hablo algo fuerte para que la escucharán, sabía que estaban ahí pues sus bicicletas estaban tiradas al frente.

Eddie abrió estando al frente de ella haciéndole señas para que guardara silencio y se adentrará a la casa, se asomo por la puerta para observar a la mamá de Eddie dormida viendo televisión.

—¿Llegué tarde?— murmuro la pelinegra.

—no, solo vamos a la cocina.

Ambos fueron a la cocina y pudo ver a Richie junto a Bill hablando estupideces seguramente. Una sonrisa se mostró en su rostro de manera inconsciente al verlos.

—Llevense lo que quieran, menos las galletas, porque son de mi mamá— dijo Eddie observando como sus amigos tomaban cosas del estante, todo lo que había ahí.

Grace se acercó al estante y tomo unos Skittles que estaban ahí por lo que fue hacia la mesa y sentarse encima de ella mientras comia de aquellos dulces. Se quedó viendo por unos segundos por la ventana apreciando el día y como los árboles se movían al compás del viento.

Era relajante de hecho.

—Al carajo, pensé que Rizos me iba a buscar— murmuro Walls con su boca llena de dulces.

—Te recuerdo, Winnie Pooh que el está en sus mierdas esas de Judío.— hablo Richie lanzandole unos caramelos a la chica quien solo rio.

Ambos chicos que solo miraban a los dos fastidiarse simplemente los ignoraron, hasta que eddie se le ocurrió cambiar tema.

—Oye, primero dijiste los baldíos y ahora las cloacas— dijo confundido —dime ¿Y si nos encuentran?.

—Espero que no, no quiero ir a prisión tan joven— dijo Grace.

—Las cloacas son obras públicas. Somos el público ¿No?—

—Vaya que listo, señor Denbrough! ¡Mereces el premio Nobel!—Grace dijo entre risas, pero por dentro estaba preocupada.

—Eddie ¿Esos son tus anticonceptivos?— pregunto Richie señalando el estante donde estaban frascos de medicina.

Bufo ante esos frascos, algo ridículo de hecho.

—Nah, no lo creo, Eds no sería capaz de usarlos— dijo Walls entre risas recibiendo un mala cara de Kaspbrak.

—Callate Gracey.— dijo Eddie —si, los guardo para tu hermana ¡Son cosas privadas!— se dirigió hacia Richie apartandolo de aquel estante.

Luego de eso, se pusieron a hablar de lo que tenían planeado hacer en las cloacas, aunque por dentro Grace no quería ir por miedo de que ensuciara con mierda o alguna otra cosa como animales salvajes del bosques.

Pero se hizo la fuerte y accedió pues le había prometido a Bill a encontrar al pequeño Georgie.

Los cuatro chicos caminaron hacia la puerta principal de la casa del asmático para por fin irse a su destino, claro, cuidadosamente para que la obesa madre de este se despertará y tal vez le haga salir afuera con un tanque de oxígeno en sus manos.