Tzuyu entró en su apartamento, sorprendida de que Sana rondara su hogar. El olor de
la comida china le saludó y se fue a la cocina, inspeccionando los contenedores en el mostrador.
"¿Eres tú?" Sana llamó desde el dormitorio.
Tzuyu sonrió. "¿A quién más le has dado una llave?" Preguntó mientras abría uno de los contenedores.
"No te metas con el camarón," Le advirtió.
La menor se metió uno en la boca antes de cerrar la caja de nuevo. "Está bien." Delicioso. Abrió la nevera y sacó la botella de vino que habían empezado la noche anterior. Lo destapó con facilidad y llenó dos copas, luego fue en busca de Sana. Deteniéndose en la puerta de su dormitorio, observó cómo su novia tiraba ropa en la casi repleta maleta del equipaje que yacía en la cama.
"Gracias," dijo Sana, alcanzando el vino. "Necesito esto. Necesito un montón de esto".
"Tomaste un montón de ropa" observó Tzuyu.
"Estoy segura de que tendremos la oportunidad de lavar la ropa en algún momento, sólo quiero tener lo suficiente para la primera semana". Chocó su copa con Tzuyu. "Vas a estar bien, ¿verdad?"
"Por supuesto. De hecho, ya tengo una cita para el sábado." Asintió, no segura del todo.
Sana sonrió. "Bien. ¿En el barco?"
"Sí. Le pregunté a Im. Resulta que a ella le gusta pescar."
"Maravilloso. Te hará bien hacer un nuevo amigo." Sana tomó un sorbo de vino.
"Sí. Ella está bien."
"Entonces, ¿cómo te fue hoy?"
Tzuyu desvió la mirada. "Es una mierda. Ha Minyoung, la encontramos muerta esta mañana."
"Oh, Dios mío. ¿Qué ha pasado?"
"Disparo".
"Oh, no". Sus ojos se abrieron. "Ciertamente, no cerrarán el caso ahora"
"No hemos escuchado lo contrario. Park dijo que ellos todavía van a hacer un anuncio oficial el viernes. Caso cerrado".
"Simplemente, no lo puedo creer. Supongo que salvo que el obispo sea asesinado, estos asesinatos no van a estar vinculados" Sana suspiró. "Lo siento, Tzu. Me siento tan mal por la Sra. Ha".
"Lo sé. Fue toda una sorpresa." Tzuyu echó un vistazo a la pila de ropa que Sana había empacado. Una gran cantidad de ropa. "Vas a volver, ¿no?" Tenía la intención de que la pregunta fuese una broma, por supuesto. Pero las palabras quedaron flotando en la habitación mientras se miraban la una a la otra.
Los ojos de Sana se suavizaron. "Sabes, estaba pensando", dijo mientras tomaba la
copa de Tzuyu "Mientras este fuera, tal vez podrías limpiar tu apartamento. Traer lo que quieras mantener aquí".
"Estabas pensando en eso, ¿eh?"
Sana deslizó sus manos bajo el suéter de Tzuyu, acariciando sus costados. "No lo necesitas más" dijo en voz baja. "Este es nuestro hogar ahora. Conmigo. Así que, sí, voy a volver."
Tzuyu cerró los ojos. "Tengo miedo, unnie", susurró.
"Lo sé. Pero no tienes que tenerlo. No necesitas tener miedo otra vez." Sana movió los labios a través del rostro de Tzuyu y esta tembló mientras las manos de Sana se deslizaban más arriba, descansando justo debajo de sus pechos. "Este es nuestro hogar" dijo ella de nuevo. "Y voy a estar de vuelta antes de que te des cuenta."
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In the name of the father
Fiksi PenggemarEn esta secuela de "A su manera", las inspectoras de Homicidios de Seúl, Chou Tzuyu y Minatozaki Sana, investigan el asesinato de un sacerdote católico que ha sido hallado desnudo y estrangulado. Mientras la sombra del escándalo sexual planea sobre...