Los vecinos suelen ser bastante imbéciles la mayoría de casos, algunos son fastidiosos y odian sin razón enfocados en sus propios problemas como si fueran el centro del mismo universo, este era el caso de los vecinos de los Midoriya.
Una pareja que discutía muy comúnmente a raíz de los problemas de ambos, el esposo era un adicto al juego sin remedio llegando al punto de gastar todos sus ahorros y ganancias en su empleo de cuarta en juegos de azar, siempre reclamando a su esposa por no ganar y por querer más y más.
La mujer también era horrible siendo alcohólica, drogadicta y una dama de compañía sin remedio, muchas veces hacía de ladrona a sus clientes para poder sobre llevar la vida de mierda que tenía con su esposo asqueroso e idiota.
Para fortuna de ambos tenían la solución de todos sus problemas en sus manos o más bien en las manos de su adorable vecino, las delgadas paredes no solo dejaban escuchar sus problemas a los, demás también el problema de quirk del pequeño niño que vivía al lado, tres deseos para cada uno, solo tenían que ir con el niño y pedir lo que quisieran era bastante simple la verdad...
Ir ante el niño y pedir ser ricos para salir de su situación tan mala en la que estaban, simplemente Izuku escucharía y listo todos los problemas desaparecerían o eso a simple vista pues los padres del niño se la pasaban bastante cerca impidiendo que ambos avanzaran así que tuvieron que usar otro tipo de método.
- y bien? - la mujer preguntó al estúpido de su esposo el cual parecía ebrio
-oye... Los padres acaban de salir- señaló por la ventana a lo que la mujer desesperada miró como Inko y Hisashi se iban sin el niño
- es nuestra oportunidad! - empujó bruscamente a su esposo y salió a la puerta de al lado
Izuku no esperaba recibir visitas ahora que papá y mamá no estaban, ellos fueron por algo de comer mientras el cuidaba la casa yse mantenía oculto de todo el mundo o eso dijo mamá.
La vecina gritona apareció en la puerta y claro el niño estaba asustado y sin saber que hacer con esta situación.
- abre niño se que estás ahí dentro- trató de sonar lo más agradable posible para no asustar al pequeño- escucha solo necesito que me ayudes en algo nada más puedes?
Izuku-... - con pánico abrió un poco la puerta para ver a la mujer
- hola cariño... - el niño solo cerró un poco la puerta asustado- tranquilo, no te voy a hacer nada- sonrió al pequeño quien seguía inquieto- sabes hace un par de noches escuché algo interesante en tu casa- el niño no lo demostró pero se puso más nervioso-, verás pequeño necesito que me con sedas un simple deseo- sonrió maliciosa al niño
Izuku- c-cuál deseo? - no tenía sentido tratar de ocultarlo cuando ya sabía
- deseo ser rica pequeño, tener mucho mucho dinero- dijo con una voz muy pero que muy amable y al instante un pequeño brillo iluminó a la mujer- hmm?
Izuku- creo que ya- sin más cerró con fuerza la puerta sorprendiendo a la mujer
- eso fue todo?! - se sintió estafada y quiso reclamar al niño cuando alguien la interrumpió
- disculpe... - el cartero le sorprendió asi que le miró con una mirada enojada- señorita kamio? - la tipa asintió- una carta- extendió la dichosa carta a la mujer quien la tomó sin ganas- feliz día- sin más el cartero se fue
- y esto que es? - sin más abrió el trozo de papel, seguro otra deuda a pagar- pero qué?! - soltó la carta repentinamente no sabía si sentirse alegre o completamente asustada
- oh ahí estás - su esposo salió al ella no volver- y como te fue?
- soy rica... - dijo asustada a lo que el esposo le miró sorprendido
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por la libertad
FanfictionNo había otro ser en la tierra que odie más su situación que él, quien nunca pidió nada pues se le fue negado al nacer, quien tuvo que ver la malicia humana en su máximo esplendor. Fue encerrado por quien creyó ser alguien bueno y cuando tuvo la opo...