Yaoyorozu Momo, la perfecta hija de una de las familias más influyentes en todo Japón y muy probablemente el mundo, bastante gentil, amable, humilde y una belleza para solo tener catorce años de edad, una chica modelo a seguir que nunca le faltó nada siempre rodeado de lo mejor (amigos incluidos) todo por amor y preservación del apellido Yaoyorozu.
Claro que con tanta inteligencia venía cosas muy malas para sus padres claro está, ella no tardó en descubrir la verdad detrás de casi todas las cosas que le pasaban, sus supuestos amigos algunos eran comprados por sus padres mientras que otros eran gente rica bastante aburrida para ella, solo mostrar sonrisas hipócritas a Momo mientras pro detrás trataban de formar alianzas de cualquier manera para tener una tajada de pastel. Los maestros? Todos eran pagados para que se le adoctrine al camino de las empresas y dirección de todo el imperio heredado, las mejores ropas que seguramente eran importadas entre otras cosas que descubrió de sus padres.
El dinero, alianzas... Incluso la servidumbre, aún con todas esas agradecía lo que sus padres habían hecho principalmente porque a pesar de haber tenido intenciones egoístas le sirvió para ver como eran las cosas en realidad y claro estaba dispuesta a cambiar eso con una simple decisión.
No seguiría el camino impuesto por sus padres y tomaría el mejor camino tanto para ella como para el mundo siendo heroína claro está.
Sus padres al enterarse no solo le negaron el deseo, el primero que le deniegan, también trataron de forzarla muy sutilmente para elegir otro camino, mostrando el peligro de ese mundo, ella aún seguía con su deseo y para tratar de ver lo bueno hizo algo en contra de sus padres...
Ante todo tomó prestado el teléfono de papá, la idea era llamar a un familiar cercano para entretener a su padre en lo que ella hacía la carta de recomendación a alguna academia de héroes luego iba a "complacer" a sus padres estudiando lo que decían o eso a simple vista, al momento de salir pagaría al cofer por llevarla a la academia de héroes y listo el plan perfecto.
No esperaba ver una conversación privada con alguien ajeno al trabajo o un familiar, no podía ser un amigo pues su padre solo tenía de amistades a sus inversores y claramente no era una amante principalmente porque a su padre le importaba mucho más el dinero que cualquier placer carnal.
El tipo con el que hablaba lo hacía de forma bastante anónima, por lo que entendió sus padres se iban a reunir con este tipo para un pequeño negocio, claro que dicho negocio le pareció bastante curioso a Momo y explicó un par de razones en su vida.
Su padre había hablado por última vez con este misterioso sujeto un par de horas después luego de reunirse en una calle que Momo no reconocía, hablaban de que esos deseos se habían cumplido, no tenía mucho sentido al principio pero explicaba como nunca se enfermaba o porqué todas las personas que intentaron sobrepasarse con ella misteriosamente les habían pasado cosas horribles.
Había algo raro y ella estaba dispuesta a averiguarlo por lo que no dudó en contactar a aquel Misterioso tipo por el chat que tenía su padre, si este contacto podía conceder deseos, sería más fácil cumplir con su capricho.
Lo citó en la noche principalmente para que sus padres no lo vieran y así explicar las cosas, dio incluso órdenes a los guardias de la mansión para que dejen entrar a cualquiera que venga preguntando por ella por muy peligroso que suene tenía la suficiente confianza para que no pase nada malo.
Momo- dónde está? - murmuró con fastidio, esperó toda la tarde y gran parte de la noche en la sala, sus padres obviamente la enviaron a su habitación donde esperaba impaciente a que llegue quien sea que tenga que llegar
Izuku- no debe ser tan impaciente señorita Yaoyorozu- habló repentinamente asustando a la pelinegra, un chico más o menos de su edad se había logrado colar a su habitación sin que se diera cuenta
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por la libertad
FanfictionNo había otro ser en la tierra que odie más su situación que él, quien nunca pidió nada pues se le fue negado al nacer, quien tuvo que ver la malicia humana en su máximo esplendor. Fue encerrado por quien creyó ser alguien bueno y cuando tuvo la opo...