Capítulo 31[ Ángel Y Demonio]

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Los gritos en aquel pueblo del placer eran muy comunes, los torturados allí constantemente destrozaban sus gargantas con sus gritos de ayuda, no debería haber nada malo en ello e incluso muchos lo llegan a disfrutar cuando los gritos llegan a cierto punto, solo que hoy no eran los capturados quienes gritaban, eran sus carceleros que se creían héroes.

Solo era una calle larga con muchas casas de cada uno escondidos en el bosque y aún así alguien había encontrado el lugar y se había ensañado con eliminar a todo héroe en su rango de visión que era bastante increíble, nadie sabía muy bien lo que estaba sucediendo a los más cercanos de la mansión principal pero escuchaban gritos y no eran los comunes en la zona, eran mucho más escandalosos de lo habitual por lo que algo malo pasaba.

El primero que salió de su "hogar" y fue hacia la mansión lo recibió una bala en la cabeza, el tipo cayó al suelo con su cabeza estallada, esto llamó la atención de aquellos héroes que estaban cerca, estaban bajo ataque y no lo supieron hasta que fue demasiado tarde y sus cuerpos cayeron al suelo con diversos agujeros de bala en sus cuerpos.

Kaina- muy bien... Con estos está bastante bien por el momento- se levantó y miró un poco por encima lo que había- una carretera bastante larga con muchas casas en ruinas seguramente no esperan que se ataquen entre ellos... - sonrió para si misma y saltó a otro tejado de la mansión antes de ir por un árbol hacia una casa cercana, iba a despedazar el pueblo casa por casa

El peliverde por otro lado iba caminando calmadamente por los pasillos de la mansión, las ventanas estaban cerradas para que nadie supiera que hora era, una táctica bastante rastrera para los torturados. Se escuchaban los gritos tanto de Agonía cómo de éxtasis en las habitaciones y sin embargo ninguna llamaba la atención del pecoso, estaba enfocado en encontrar lo mejor para un ataque a gran escala.

Izuku- y es aquí - abrió la puerta mostrando una sala de control- debe estar por aquí en algún lado... - miró bien el lugar, deberían haber guaridas vigilando y viendo cámaras pero no había nadie- aquí está! - tomó una palanca en su mano y la bajó al instante la luz se fue en el complejo- que divertido será esto

Nadie allí sabía que pasaba, puede que un evento organizado por algún héroe recién ingresado en este mundo, solían hacer eso cuando tenían demasiado poder sobre una persona, las hacían asustarse tanto que se volvían sumisos con unos cuantos golpes bien dados, seguramente volvería rápido.

El pecoso apareció en una de las salas donde estaban un grupo de seis héroes con diversos hombres y mujeres con múltiples lesiones, bastante desgastadas por las horas de intenso dolor, sudor y sangre recorrían por sus cuerpos casi desnudos y la poca ropa que llevaban solo eran trozos de tela mal cortados, Izuku sintió su ira crecer ante tales tratos.

- que está pasando? - el aparente lider habló con un toque de miedo, la razón de frenar su diversión con esta gente fue por este repentino apagón

- quizá alguien se pasó con sus juegos y fundió un fusible o algo déjalo pasar, seguramente ya lo están resolviendo- le restó importancia y miró a un hombre cercano con quemaduras en su cuerpo- sigamos con la diversión- sonrió de manera grotesca asustando a las desprotegidas personas

- por favor ayuda... - suplicó una mujer en voz baja, su garganta ya no podía más a causa del maltrato que le dieron

- si... Suplica más! - uno de ellos se dio cuenta de lo que decía la mujer- me encanta escuchar eso! - levantó su mano que tenía un extraño aparato de ayuda, su mano se iluminó para transformarse en una cuchilla

- por favor alguien... Quien sea... - sollozó aceptando su fin o su tortura eterna, se seguía planteando su vida sin saber que hizo mal para merecer esto...

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