Advertencias: La lectora en esta historia es mayor que Yoosung, es un AU donde la mayoría de eventos del juego no existen.
Yoosung maldecía por milésima vez que tuviera que salir justo en ese momento, era una fría noche de 23 de diciembre y su madre decidió que era el momento para salir a comprar un par de decoraciones que faltaban. Era deprimente tener que pasar las festividades solo, pero al estar con su familia no tenía ni un segundo para descansar, todo tenía que ser perfecto.
"Al menos ya voy de regreso a casa." Pensaba, hasta que te vió, la hermana mayor de su mejor amigo, había dejado de verte hace ya cinco años, habías encontrado un buen trabajo en el extranjero y desde que te fuiste no volvieron a tener contacto. Yoosung pensó que quizás habías regresado para pasar las vacaciones de invierno con tu familia, se había estado lamentando desde que te fuiste, estaba tan enamorado de ti, obviamente te stalkeaba en las redes sociales, pero se congelaba al solo pensar en enviarte un mensaje. Parecía que el tiempo se congeló, después de tanto tiempo, tú estabas allí.
- ¡Yoosung! ¡Hola! - Oh no, lo habías visto. Su cuerpo se tensó de inmediato, enseguida un montón de pensamientos llegaron a su cabeza "No puede ser", "No me bañé", "Seguro me veo terrible", "¿Siquiera peiné mi cabello antes de salir?", "Soy un desastre, que patético", "¡Se está acercando! Rápido, ¡di algo!"
- Hey... ¡Hola!, ¿qué tal?, cuanto tiempo... ¿Qué te trae por aquí? - "Con un hola bastaba, tonto" pensó, trató de disimular los nervios y falló rotundamente. Tu risa lo sacó de sus pensamientos, eras tan linda, tan calmada, había extrañado tanto esa risa.
- Igual de nervioso que siempre, ¡relajate un poco! - Volviste a reír y el se relajó. - En fin... Que bueno verte, mi madre me pidió que volviera por las festividades, hace mucho no estaba acá, me sorprende lo mucho que puede cambiar un lugar en tan poco tiempo, ¿cómo has estado? Me hubiera gustado que mi hermano te trajera a casa, pero desde que empezó a salir con su pareja es de lo único que habla. - Ambos rieron, era cierto, hace mucho Yoosung no lo veía, cada que trataba de salir con él, él decía que estaba ocupado.
- Estoy bien, gracias, me ascendieron en mi trabajo y las cosas han estado bastante bien. Me alegra que te encuentres de vuelta, ¿qué haces?, ¿saliste de compras? - Dijo Yoosung, más calmado, había logrado controlar su pulso, lo habías tomado desprevenido, no había planeado esto, pero le alegraba verte.
- Bueno, sí, salí a comprar unas cosas y justo ahora iba de vuelta al departamento que estoy rentando, me quedaré acá hasta después del 9 de enero y decidí que no puedo estar ocupando espacio en la casa de mis padres. - Reíste - ¿Gustas pasar un rato? - El rubio se sonrojó por tu propuesta e intentó alejar cualquier tipo de pensamiento impuro.
- Claro, me encantaría, sirve que te pongo al día y te hago un café, soy un genio en ello. - Reíste y asentiste.
Y así pasó, se encaminaron a tu departamento, gracias a que la familia de una amiga era dueña de unos edificios, conseguiste un piso a un precio barato por un tiempo. No tardaron mucho en llegar pues el edificio estaba cerca, entraron y se pusieron cómodos.