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La preparatoria; sin duda un desafío para alguien con una vida sexual... fuera de lo común, no sabías en qué momento todas las conversaciones dejaron de ser sobre muñecas y comenzaron a ser sobre los ex novios de tus amigas y cual cogía mejor. No eras virgen, al ser de las populares eso seria un pecado, pero los chicos te evadian por ser "difícil de someter". Definitivamente sabías que no eras alguien sumisa, no querías lo mismo que tus amigas solían hablar, pero no sabías que era lo que querías, eras demasiado tímida para buscar en páginas porno, con tu familia sobre ti, se sentía imposible, pero había algo que ese chico prendía en ti.
Gerard Way, un año menor que tú, era conocido por ser el típico nerd, todos sabían que no debían acercarse a él porque de hacerlo comenzaría a hablar de cómics, películas de terror y culto que nadie conocía, todos lo sabían menos él, parecía no estar al tanto de como todos lo evadian como si fuera la plaga, teniendo el valor de hablarle a las chicas más lindas de toda la preparatoria. Lo habían rechazado un par de veces y había sido toda una noticia, las chicas habían sido bastante crueles con él, un par de meses después de su último rechazo, pareciste interesarle. En cambio a tus amigas, eras popular por destacarte en todas las clases que estabas, pasando tiempo libre en clases extracurriculares y aun así tener tiempo para siempre verte linda. No paso mucho tiempo hasta que empezaste a notar la especial atención que te ponía Gerard, no era extraño que un chico te coqueteara o intentara invitarte a salir, lo extraño es que él te atrayera, él y nadie más. Quizás si fuera más atractivo y no tan rarito fuera normal que alguna u otra chica le hablara, pero no.
Gerard tenía un cabello medianamente largo, negro, un aspecto de dudosa higiene, siempre usaba cualquier pantalón negro rasgado y una camisa de alguna banda cualquiera, no olía bien o mal, pero a veces desprendía un extraño olor a cigarros o húmedo. Te sentías conflictuada, parte de ti queriendo mantenerlo lejos porque su forma de ser y aspecto no eran más que patéticos, parte de ti sintiendo pena por él cada vez que posponias algún plan que tenían juntos y otra solo deseando decirle lo patético que era mientras él gimiera tu nombre debajo de ti.
Al pasar de los días llegaron las preparaciones para el baile de bienvenida para los de nuevo ingreso, teniendo que hacer grupos de estudiantes para que cada uno se encargará de algo, y para tu suerte, quedaste con Gerard para hacer los carteles. Acordaron finalmente reunirse en casa de Gerard el viernes ya que sus padres y hermano saldrían por el fin de semana, con eso, cada día que pasaba y Gerard te recordaba de forma bastante patética sus planes y lo que harían juntos el nudo en tu estómago se hacía más grande.
Al salir de clases el viernes, caminaron juntos a su casa y lo escuchaste hablar de Batman y Robin por tercera vez en la semana. Llegaron y pudiste ver su casa, por dentro y fuera, las fotos en las paredes, todo parecía como de una familia de clase media-alta convencional, Gerard te pidió que lo siguieras y entraron a su habitación. Entraste a su habitación, parecía limpia, aunque si eras lo suficientemente observadora, podías notar la ropa sucia debajo de su cama y los cajones llenos a reventar como si solo hubiera metido todas sus cosas dentro y cerrado los cajones, "al menos limpió un poco" pensaste, oliendo el aromatizante mezclado con humedad. En las paredes habían pósters de películas y bandas musicales, la cama estaba tendida de forma desordenada, había un par de estantes llenos de cómics y libretas, y algunos CDs de películas.