QUIERO SABER LO QUE ES EL AMOR

Cuando Me Enamoro

Exhausta terminé mi turno, busqué a Brenda, pero la vi tan acaramelada con el director que no la quise molestar. Voy por mis cosas antes de ir a la salida, paso por el baño para arreglarme un poco y me aplico perfume. Mi cabello es un desastre, parece un nido de pájaros, los mechones rebeldes de mi cabello se salen de su agarre.

No me gusta para nada lo que veo y quiero llorar. Busco en mi bolso el cepillo que me salva la vida y me humedezco un poquito el cabello adelante para aplacarlo. Me logro hacer nuevamente mi coleta alta y celebro la vida.

Me estresa tener la cabeza hecha un desastre.

Me paso toallas desmaquillantes y me lavo la cara. Mucho mejor, me veo fresca como una lechuga. Aplico un poquito de polvo compacto, tantito rubor y apenas un color rosa en los labios.

¡Perfecta! Me gusta como me veo.  Con la autoestima por las nubes me dispongo a salir del baño, camino en dirección a la salida y pues, todo está normal. Dijo que vendría por mí, pero no lo veo.

Soy demasiado estúpida, se burla de mí, porque sabe que me muero por él.

Bajo los escalones para irme a la parada del bus y escucho una bocina igual a la del otro día, cuando llovía. Volteo y allí está su deslumbrante auto, la puerta del conductor se abre y… ¡Diooosss! Que alguien me pellizque para saber si estoy soñando.

Es el hombre más impresionante que he visto en mi vida, está vestido totalmente casual, y su camisa la lleva más abierta que el otro día, estoy sudando… de pronto siento las orejas calientes y mi temperatura aumenta.

No es fiebre, no me siento para nada mal.

Camina en mi dirección con una sonrisa en sus jodidos labios sensuales. Se acerca a mí y me susurra en el oído:

—Incluso las noches son mejores, ¿no lo crees? — me rio.

Puessss, ¡vayaa que lo creo!

Las noches son magníficas… si él, está en cada una de ellas. Atontada totalmente, me quita el bolso, me toma de la mano y me hace caminar junto a él.

Reacciono rápidamente, me suelto de su agarre y digo:

—¡Alguien nos puede ver! ¿Qué hace?

—Te ayudo—Responde cortante.

—Puedo sola no se preocupe—Noto como aprieta la mandíbula y nuevamente sus ojos se ponen intensos.

—Claro, como tú quieras.

Cuando llegamos hasta su auto, abre la puerta para mí, le agradezco y subo. Una vez adentro, va a colocarme el cinturón, cuando me muevo rápidamente y yo misma lo hago. Lo veo de reojo y noto como sonríe.

Ya lo descubrí, es bipolar… rio para mis adentros.

—¿Qué quieres escuchar?—me pregunta.

—Mmm— lo pienso, pero no se me viene nada a la mente—. No lo sé, coloque algo que a usted le guste escuchar, sorpréndame.

Digo eso y para el auto abruptamente sobre exaltándome.

—¡Está loco!—digo cuando me sale la voz.  Los intestinos me llegaron a la garganta.

Veo como masajea el volante y piensa seguro lo que va a decirme.

—¿Hasta cuando vas a seguir tratándome de usted?—Suelta

—Usted es mi jefe y le debo respeto.

—Soy tu jefe en horario laboral, fuera de él soy tu amigo o conocido. No lo sé.

Nuevamente, se calla y cuando han pasado varios minutos en el que él no dice nada y yo mucho menos, me atrevo a querer decir algo, pero él se adelanta en decir...