¿Estás Lista Para Pasarla Bien?

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Mi teléfono está vibra que vibra, lo saco del bolso y es Edward el que me llama. Aunque no quiera que se entere, no tengo a nadie más a quien acudir, así que dejando mi vergüenza y orgullo a un lado le contesto. 

—Preciosa acabo de terminar voy a buscarte… ¿Preciosa me escuchas?

—¿Puedes venir por mí a otro lugar, por favor?—el llanto no me dejaba pronunciar palabra.

—¿Qué ocurre? ¿Estás bien?

—Sí, pero por favor ven por mí. Te explico luego. 

—Mándame tu ubicación y no te muevas de donde estás, por favor. 

A los veinte minutos llega y estaciona el auto en la cafetería, cuando veo que se baja voy a su encuentro no quiero estar un minuto más aquí. 

Está preocupado, lo veo en su rostro y sus espectaculares ojos me escanean de arriba abajo. 

—¿Qué pasó? Estás temblando. 

Me abraza y me aprieta contra él, sentirlo conmigo me tranquiliza y me da paz. Me abre la puerta del auto y una vez adentro le explico lo que me ocurrió, veo como aprieta el volante hasta quedar sus nudillos blancos, su mandíbula la aprieta hasta más no poder y me da una mirada profunda la cual manda los intestinos a mi garganta. 

—Te haré dos preguntas, la primera… ¿Por qué has ido sola?, y la segunda, pero no menos importante, ¿por qué no me has dicho nada?

—No quería involucrarte en mis problemas, son cosas que me tocan resolver a mí.

—Tus problemas son míos también, yo no estoy pintado en la pared Letty.

—Yo no estoy contigo por dinero, sé que puedo conseguir un departamento y mudarme.

—Sé que es así, toda tú me dice que lo menos que te importa de mí es el dinero. Todos en algún momento de nuestras vidas necesitamos ayuda, no podemos siempre solos y tú no estas sola me tienes a mí. 

Me quedo callada, está molesto. Aunque no grita, no explota, se puede ver claramente que está enojado. 

—Tú y yo tenemos algo más que sexo, Letty. Lo sabes… si quisiera solo eso de ti ya me hubiera bastado con estar contigo dos veces y ya. 

—Entonces… ¿Qué es lo que tenemos tú y yo? No tenemos nada formal y yo estoy aquí dándote explicaciones…

Antes de que pudiera decir algo más se estaciona como puede. Resopla, se pasa las manos por el cabello y ríe.

—¡Esto es increíble!—dice—. ¿Necesitas colocarle nombre a lo que tenemos tú y yo?

QUIERO SABER LO QUE ES EL AMOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora