Mentes peligrosas (En curso)

capítulo cuarenta y uno

—Bueno, al parecer ya estas lista, podríamos ir después de comer, nada mas que no estoy seguro de que verdaderamente quieras hacer esto.

—Tengo una ligera duda que necesito resolver y sé que si no lo hago de esta manera no podre hacerlo después—. Respondo con firmeza luego de notar cierto nivel de angustia en sus palabras.

—Estaré bien, Connor, y de no ser así estarás conmigo.

Luego de que ambos termináramos de comer comenzamos a emprender camino hacía el lugar donde se encuentran mis padres, según tengo entendido no tengo contacto con ellos desde hace ya bastante tiempo, según fue por una discusión o algo parecido.

Llegamos a lo que parece ser una bonita casa en donde la fachada se puede observar el rojo combinando junto con el blanco, las ventanas corredizas y un amplio jardín en donde ademas de encontrar variedad de flores, hay un coche parqueado.

—¿Connor, de quien es el coche?- lo señalo.

—Probablemente tú madre.

Asiento con la cabeza mientras sigo inspeccionado el jardín.

—¿Crees que será posible pasar el jardín delantero e ingresar al trasero sin tener que dar alguna explicación?

—Debería de ser posible, ya que vivías aquí, sin embargo es algo indebido, ya que gritaste que nunca volverías aquí.

Connor parquea el coche a un costado de la carretera y me hace una seña de que me abaje también, por lo que lo obedezco y me abajo de coche. Esté comienza a caminar e ingresa al porche de la casa.

—Me quedaré aquí, resuélvelo—. le grito desde el otro lado del coche.

Connor únicamente me voltea a ver y entrecierra los ojos en mi dirección.

Veo como toca el timbre de la casa, en donde minutos después sale una mujer; su pelo castaño con dorados mechones adornan su ondulado cabello, un vestido morado el cual destaca su cuidada figura y definen sus largas piernas. ¿Verdaderamente es mi madre?, cuando esta me voltea a ver secuencia de algo que le dijo Connor no puedo evitar desafiarla con la mirada.

Luego de un par de minutos de conversación entre Connor y ella, él viene de vuelta hacía donde me encuentro con las manos adentro de sus bolsillos.

—Nos dio permiso de ingresar al jardín—. dice apenas llega.

Asiento con la cabeza y rodeamos la casa, en donde un gran bosque se encuentra el cual lo divide una cerca. Volteo a ver a Connor y esté comienza a negar con cabeza.

—¿Conoces la cabaña?

Connor guarda silencio, probablemente midiendo sus próximas palabras.

—¿Por que debería, Alexa?, ¿qué es lo que realmente estás buscando?— se acerca a pasos lentos hasta donde estoy para agarrarme por los hombros y mirarme a los ojos.

—La respuesta a mis dudas, necesito ir a ese lugar Connor—. le suplico.

—Claro que puedes ir, pero no sera conmigo, Alexa, olvídalo.

—Está bien, Connor

—¿Necesitas algo más aquí o ya nos podemos ir?

—Ve tú al coche, ahorita llego.

Connor me voltea a ver y niega con la cabeza mientras se aleja de mi. Por lo que continuo mi inspección sobre el jardín. Según el sueño que tuve, este Jardín no se parece en nada, por lo que probablemente este en el lugar equivocado o quizás no lo esté, la cerca me impide ver e incluso ir mas adentro del bosque. Posiblemente la cabaña que visualize en mis sueños se encuentre en las profundidades de este y Connor no quiere ir conmigo, por lo que me tocará ingresar sola.

Será mejor que vuelva donde Connor, luego de darme una vuelta la misma mujer que se hace llamar mi madre, se encuentra en unas sillas sentada observando mis movimientos, por lo que con mayor razón me alejo del lugar, no quiero darle explicaciones a ella si ni la recuerdo.

Cuando estoy por subir al coche de Connor apoyado en uno de los arboles se encuentra  Baal, lo que causa un escalofrío por todo mi cuerpo, este lo único que hace es observarme desde la lejanía, lo que hace que me adentre al coche.

-¿Lista, Alexa?- pregunta Connor apenas ingreso al coche.

Como respuesta asiento con la cabeza, luego de esto el arranca el coche y por el espejo retrovisor noto como Baal se adentra al bosque.

(......)

—¿Connor estás seguro de que quieres cocinar?, me gustaría comer algo diferente hoy.

—Tenía la motivacion de hacer algun postre, pero ya que sugieres esa idea, me parece mejor.

—¿Vamos a algún restaurante o pedimos comida?, me parece una mejor opcion si vamos a algun restaurante podríamos distraernos un rato, ademas estoy aburrida de estar encerrada.

—Mmm, no me parece tan buena idea, pero si es lo que quieres esta bien, ¿te vas a cambiar?

—No, posiblemente solamente me arregle el pelo, dame un momento ya vuelvo—. Me levanto del sofa y me dirijo al baño.

Me peino el cabello en una coleta alta y luego de verificar que estoy un poco decente para salir, salgo del baño, me dirijo a la puerta principal y espero a Connor apoyando mi cadera en el marco, él se levanta del sofa y agarra las llaves, por lo que salgo primero que él, lo espero en el pasillo mientras él se asegura de ponerle seguro a la puerta, cuando noto que está listo, me dirijo al elevador.

(...)

Nos de tenemos en un lindo restaurante donde su estilo rustico predomina, los colores cálidos hacen que el ambiente en el lugar se vea tranquilo, sumándole el hecho de que en el momento hay poca gente.

—Sabía que fue que una buena opción salir a comer—. Le digo a Connor, luego de atravesar las puertas del lugar.

—En realidad fue mi idea venir aquí, así que no vale de nada tu sugerencia.

—Como crees Connor, yo sugerí la posibilidad de salir y tú la de venir aquí, fue trabajo en equipo.

—Claro, lo que digas—. dice luego de sentarse en una de las mesas.

Me siento en la silla enfrente de él y entrelazo mis dedos sobre la mesa esperando al mesero. El cual luego de un rato aparece.

—¡Hola, bienvenidos!, un gusto volver a tenerlos por acá, ¿quieren lo de siempre o van a ordenar algo diferente?

Levanto la cabeza para prestarle atencion a sus palabras y un bonito pelirrojo es el que nos atiende, ligeras pecas adornan su rostro haciendolo lucir tierno, una delgada nariz y pobladas cejas y pestañas hacen que mi pulso incremente
.
-¿Podrías prestarnos el menú?- escucho que pregunta Connor, luego de notar mi estado.

—Claro- le entrega un menú a Connor y el otro me lo deja en frente- ¿gustan de algo de beber?

—Yo estaré bien con una sandia en agua, gracias-. Contesto para no quedar como acosadora y dirijo la vista a Connor.

—Me gustaria un mojito, gracias.

—Claro, en un momento los traigo-. dice para despues desaparecer de nuestro campo de vision.

—¿No era que estabas en algo con el sujeto del hospital, Darell?

—No, Connor, se llama Damián y sinceramente no sé, no responde mis mensajes, ni demuestra alguna señal de vida. Aún que, ¿tú no te envolviste con alguien del hospital tambien, Connor?- entre cierro mis ojo en su direccion.

Lo que hace que el agarre el menú y se tape con el la cara.