La navidad no era de sus épocas favoritas del año desde su separación, en la víspera de navidad venían los recuerdos que pasaron juntos. Tazas de chocolate caliente, el muérdago bajo la puerta y aquellos horribles suéteres navideños causaban la nost...
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YEONJUN
Pasar navidad con mi familia no estaba del todo en mis planes. Tenía pensado participar en un desfile para una nueva colección de Versace, aún así decidieron reprogramarlo para inicios de año. Además la insistencia de mis amigos sobre regresar y pasar navidad junto a mis seres queridos fue demasiada.
Ahora me encontraba en una tienda departamental buscando que le regalaré a los tontuelos de mis amigos. Sabía que llegar con las manos vacías no era la mejor opción, además me agradaba envolver regalos. Tomé cuatro objetos diferentes rápidamente; mientras venía pensaba en qué regalos darles así que fue sencillo al llegar.
Tomé un papel para envolver los regalos y caminé a la caja para que me cobrarán por los objetos. Una mujer con algo de cansancio me atendió. Cobró todo y me entregó los objetos.
— ¿Desea que se los envuelva? — preguntó sin ánimos.
— Oh, le agradezco, pero yo lo haré.
La mujer asintió con alivio, me imagino que envolver cuatro regalos a solo unos minutos de cerrar no era lo que más deseaba, además yo sé envolver regalos, no tenía porque pedir ayuda.
— Gracias, que pase buenas fiestas. — comentó para después comenzar a acomodar unas cosas para ya irse.
Asentí levemente, debía de irme antes de que me cerrarán la puerta. Caminé hacia el primer piso, debía llegar a la salida para poder llegar a la casa de mis padres y envolver los regalos para mis amigos. A nada de llegar recordé que olvidé el papel en la caja de cobro.
Con algo de flojera volví a subir para tomar el papel de regalo, probablemente la mujer que me atendió seguía ahí. Caminé hacia la caja pero está ya se encontraba sola. Tomé el papel de regaló y después aprecié cómo las luces se apagaban.
Esto no es bueno. Rodeé el segundo piso para poder bajar las escaleras y caminar a la entrada principal y poder salir. Al estar frente a la puerta intenté abrirla pero esta ya se encontraba cerrada. Por más que intentaba no abría.
Trate de no entrar en pánico, pues había otra puerta, probablemente esa todavía no la cerraban. Caminé rápidamente hacia la salida, pero para mí sorpresa me encontré con una chica intentando abrirla.
Se le veía molesta y frustrada. Lograba ver cómo peleaba con la puerta para poder abrirla, pero creo que fue en vano. La chica de cabello corto suelta un grito frustrado, dejándose caer en el frío suelo recargandose en la pared y haciendo su regalo a un lado.
