Hace unos días había encontrado el destino de aquella finca. Tenía el poder y la fuerza para destruirla, pero como un rayo de sol que se atravesó en su vista fue aquel chico, aquel olor lo volvió loco.
Sabía que era un cazador pero aquellas ganas de estar junto a él le invadieron más hasta ceder.
-¡Sal demonio!- ordenó. - Se que estás aquí. - agarro el mango de su espada - Nuevamente.
- Oh, eres muy talentoso. - dijo el hombre. - pero no... - respondió - Si salgo me intentaras matar si no me equivoco.
- ¿Si sabes éso por qué te acercas a un pilar? - pregunto frunciendo el ceño y viendo a todos lados buscándolo, ese olor a durazno y una función de fresa y chocolate estaba en todas partes que no lo distinguir exactamente su paradero
- Creo que ya son muchas preguntas por hoy. - respondió.- Ahora me toca a mi. - sonrió en la oscuridad. - dime, ¿Cuál es el nombre del pilar que mataré? sería una lastima no saber tú nombre.
El pilar se puso en posición de batalla - Soy Rengoku Kyojuro pilar de la llama y el que te quitará la cabeza. - respondió para ahora sacar su espada.
- Según tu ¿Cómo me volarás la cabeza si no sabes ni siquiera dónde estoy? - pregunto con notoria burla
El pelifuego apretó su agarre de su katana. - Primera postura. ¡Mar de fuego!.
Akaza dibujo una sonrisa - fallaste. - dijo de lado tras del pelifuego.
Rengoku rápidamente se dió la vuelta y no encontró a nadie. - ¡sal! - ordeno para hacer otra postura - segunda postura. ¡Cielo en llamas ascendente !
- Tienes una muy mala puntería Kyojuro~- molesto.
El nombrado gruño y guardo su espada para sentarse nuevamente en la piedra que estaba sentado
- ¿Qué pasa? ¿Acaso no me ibas a matar? - preguntó el pelirosa.
- No peleare con un demonio que tiene miedo de salir de su escondite. - respondió comiendo una fruta
Akaza se ofendió ante aquel comentario. No salía por qué no quería matarlo, no iba a enseñar su apariencia hasta que se decidiera en matarlo.
- Kyojuro, veo que tienes un buen potencial en tu espada, por qué no te conviertes en demonio. - ofreció
El nombrado se detuvo de comer. - No gracias. - respondió para seguir comiendo.
- Envejecerás y no podrás alcanzar tú verdadero potencial.
Se sacudió las manos ya terminando aquel durazno. - Sino saldrás entonces yo me voy. - Se levantó
- Je. No te libraras de esta conversación Kyojuro. - dijo para irse.
Rengoku se detuvo en aquel ahora bosque solo, ya no sentía aquella presencia del demonio. llevaba ya tres días en llegar en ese lugar, coincidencia cuando estaba entrenando, pero lo raro es que no hacía nada, hasta ahora.
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- ¡Ya dije que no! ¡Si no estás aquí para pelear entonces vete y deja de ofrecerme esa propuesta!- dijo ya un poco enojado.
- No me iré hasta que aceptes. - dijo en las sombras.
El Rengoku suspiro y siguió entrenando, ese ya era la cuarta noche que iba desde que entablaron una conversación.
A pesar de ser muy exasperante siempre ese demonio le decía que iba muy lento, en cierta parte lo corregía.
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Eclipse
Random... por que Como el destino del sol y la luna, o el hielo y fuego no pueden estar juntos, siempre están en una distancias. Sea el infierno o el cielo, hasta la muerte interviene y los separa. ❄🔥🔥❄
