CAP 9

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- Cuéntanos, ¿cómo fue su primera cita?- pregunto la chica emocionada.

Al igual que la pelirosa ahí estaban todos sus demás amigos.

-¿ Rengoku tubo una cita con alguien más que tanjiro?- se sorprendió la chica de ojos rosados.

- estás engañando a tu destinado!- dijo la de hebras moradas.

- eso es cierto Kyojuro?- pregunto un serio Tomioka.

- ¡No!, Yo no lo estoy engañando- respondió negando con sus manos.

- Está saliendo con el chico que rechazo la última vez, eso le pidió de condición para perdonarlo - explico el albino mayor quien reía al ver a su amigo triste por verlo desaprobada mente.

- Eso es aprovecharse de la amabilidad de Rengoku-sam - desaprobó la de habrás moradas.

- Que Dios perdone su pobre alma - dijo el hombre mayor del grupo.

- Apostemos que Rengoku ni se había dado cuenta - señaló el de ojos de dos colores.

- Aprovechar?, Solo está siendo amable - corrigió la pelirosa de hebras verdes.

- Yo solo quiero enmendar mi error - bajo la cabeza.

Todos sus amigos se miraron entre sí.

- Pues esperó que sea eso - llamo la atención de todos el ojimar quien veía serio más de lo normal al pelifuego - tengo que ir a hacer unas cosas - apartó la mirada y se fue. La de hebras moradas levantó una ceja

- ¿Qué le pasa a ese ?- casi todos  encogieron de hombros.

- Él conoce a tanjiro desde pequeño, es obvio que se preocupe que la persona que le gusta lo traicione -  explico la de ojos rosas.

- No encuentro fallas en tu lógica - dijo el albino cruzado de brazos- y dime, ¿Cómo te fue en tu cita?

Todos pusieron atención o almenos las chicas y algunos alfas.
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- Anda no seas malo, dinos.- molestaba la peliblanca.

- Deja de chingar Ume, no te lo diré - apartó su cuerpo.

- Que cruel eres akaza-kun- se cruzo de brazos.

- Cuéntame akaza-dono, él se propaso? Así tengo más razones para darle sus golpes.- empuñó sus manos.

Rodó los ojos ya arto - Que no! Que maldita parte no entienden - dió un golpe al escritorio.

Todos se quedaron en silencio, akaza era así, no le tomaron mucha importancia que se enojara.
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- Rengoku-sam!- llamo el  Omega peliburdeos.

- oh, jóven Kamado,¿Cómo as estado?- sonrió al verlo.

- He estado bien, ¿usted se encuentra bien ?- pregunto ladeando la cabeza.

- Yo bien ¿Por qué la pregunta ?

- Bueno, lo he notado un poco distante. - jugo con sus dedos nervioso - Pensé que no le había agradado que haya ido a la casa de Tomioka-sam para hacerle sus postres.

Rengoku nego, aunque la verdad ni recordaba que le había avisado que iba a ver al beta, tal vez había Sido esa vez que no le puso atención por ver al Omega pelirosa.

- No, no me molesta, ustedes se conocen desde mucho tiempo, se que Tomioka-sam lo quiere como hermano, confío en él.- se rasco la nuca, era verdad, él no desconfiaba o sentía celos del ojimar.

- Me alegro que sea así!- suspiro aliviado.

- ¿Qué te hizo pensar que me iba a enojar o iba a desconfiar de tí?- Rengoku aún no entendía esa parte, él tenía una gran confianza en él peliburdeos, era un chico honesto y sabía que nunca lo engañaría, la primera razón era por qué su lazo de "destinados" los hunía.

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