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🅲🅰🅿🅸🆃🆄🅻🅾 🅲🅸🅽🅲🅾
𝔂𝓸𝓾 𝓸𝓷𝓵𝔂 𝓶𝓪𝓴𝓮 𝓶𝓮 𝓵𝓸𝓿𝓮 𝔂𝓸𝓾!

Sus piernas se balanceaban como las de un niño pequeño, y ahí me di cuenta lo joven que era Jisung. A pesar de sus malas pintas, solo es un jovencito de 18 años, que está aterrado. Miraba con nervios la consulta. Tomé su mano, acariciando sus nudillos. Necesito demostrarle que estoy con él, que no esta solo en esto.

—Todo estará bien, ¿si?—dije. Él asintió. Mirando nuestro número. Mordi mi labio.

No quiero que lo aborte.

Pero, no quiero interferir en su decisión.

Mi estómago dio un revoltijo. Tengo miedo, nervios, y pena. Es la semana 11, estamos al limite legal.

—Han Jisung—llamó el doctor. Él se puso de pie, y avanzó hasta el cuartito. —¿Es tu pareja? Para que te acompañe —dijo señalandome. La gente nos miraba algo raro. Me puse de pie, para entrar con él. Su expresión, indiferente, pero con sus ojos tan heridos. Se sento, siguiendo las órdenes del doctor en todo momento. Mordi mis uñas, con muchas ganas de llorar—Bien, como el tuyo, es algo así cómo un caso especial, te dare pastillas, y esperaras aqui, hasta que el embrión se desprenda. Ya si no pasa, tendremos que entrar a quirófano— él asintió. El doctor le colocó la pastilla en la palma de la mano, y se levantó a llenar un vaso de agua. Las manos de Jisung temblaban. Me miró, con sus ojos aguados. El doctor volvió y él dejó de mirarme. Evalué la sala, para distraerme de todo. Volvi a mirarlo, mientras el observaba con duda la pastilla y la encaminaba a sus labios. Nuestros ojos se cruzaron y volvi a mirar a otra parte.

Un ruido estruendoso del cristal chocando con el suelo, me hizo girarme a verle. Su mano temblaba, y su cara estaba pálida y plagada de lágrimas. Dejó la pastilla en la mesa, cubriéndose el rostro.

—No puedo hacerlo—dijo—Quiero, pero no puedo—dijo, mirando con culpa al doctor.

—No importa, entiendo perfectamente—dijo. Jisung asintió y recogió algunos cristales. Me agache a ayudarlo sintiéndome contento. Tomo mi mano y me miró, pidiéndome disculpas.

¿Por qué?

—Lo siento, lo siento, lo siento—dijo mientras salíamos de la sala.—Se qué te querías librar de mi, pero no puedo hacerlo... A penas consiga donde irme, no sabrás más de mi.—dijo, limpiándose las lágrimas. Su rostro, tan lleno de seguridad y miedo a la vez

—No, claro que no harás eso—dije sujetando su cintura, acariciando suavemente.—Estoy contigo. Es mi hijo también. Ambos somos responsables de esto—dije, abrazándolo. Jisung beso mi mejilla, escondiéndose en mi cuello. Sollozó ahi.—Ya, no llores más bebé.—dije. El menor se limpió la cara y camino a mi lado hasta el auto. El viaje fue silencioso, exceptuando por la música de la radio. Jisung miraba por la ventana.

Adios fiestas. Adios alcohol. Adios sexo con quien sea.

—Gracias por todo Minho—murmuró y tomó mi mano, sin mirarlo.— Hoy chupare hasta la ultima gota de tu polla en agradecimiento— dijo con gracia, reí y relami mis labios.

—No estaría nada mal, ¿sabes? Llevabamos dos semanas sin vernos y estos dias no hemos hecho nada.

—Entonces a penas lleguemos a casa, vamos a follar hasta que se me olvide lo que esta pasando.—dijo Felix, dándome un apretón en la entrepierna. Jadee y segui conduciendo. Su teléfono comenzó a vibrar.

S E G E N •ᴍɪɴsᴜɴɢ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora