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Seungmin limpió las comisuras de sus labios y subió mi ropa interior. Se sentó y suspiro.

—No debi hacer eso—dijo y chasqueo los dedos, inhalando—Okey, un, dos, tres—dijo chasqueando los dedos. Lo miré con la ceja alzada—Y tú, no me dices nada.

—¿Que te iba a decir? ¿Que pararas?— pregunté. Rei y él bufó

—Claro. Tenías que frenar a esta perra que vive dentro de mi—dijo.

—Dime que persona en su sano juicio te frenaria—dije con cara de r u serious¿

Él se sonrojó y se acomodó en el sillón, mordiendo su labio.

—Mejor me voy—dijo y se puso de pie. Tomé su mano.

—¿Y por qué?—pregunté puchereando—aún no acaba la pelicula.

—No importa. Mi modo perra esta totalmente activado pero sigo teniendo algo de amor propio—dijo—Me iré a casa—tomó sus cosas e inhaló.

—Okay...— dije puchereando. El rio y se fue a la puerta. Me puse de pie, para dejarlo fuera de casa.

—Olvidaba algo—dijo, y volvió rápidamente a mi lado, alce la ceja y él pasó sus brazos por mi cuello, besándome dulcemente, acabando el beso con una pequeña mordida en mi labio inferior. Reí y Seungmin se fue sonriente.

Me quedé ahi, viéndolo marcharse, con una sonrisa. Volvi al sillón y suspire.

Hyung~ Las chicas me irán a dejar en un rato a casa, ¿Puedes prepararme un café?

Me puse de pie otra vez, para calentar agua.

Está bien, ya coloque agua para
tener tu café listo


Gracias ♥️

Sonrel y dejé una taza con café y azúcar, listo para Jisung. Inspire y pensé un poco.

Que gran hijo de puta soy. Fui por el portátil, para trabajar un rato. Me sente, atendiendo los emails, revisando todo, dispuesto a trabajar el resto de fin de semana. No quiero volver a la oficina pero son cosas que pasan. Hice tronar mi cuello, la puerta se abrió y Jisung venía lleno de bolsitas de tonos claros y muchos besos de labial por su care. Reí, al ver su casa de molestia mirando hacia afuera.

Cerró y dejó las bolsas.

—Enseguida te termino el café—dije, colocándome de pie. Fui a la cocina con el fin de preparar su café, y sentí sus brazos rodear mi cintura. Suspiró y frotó sa cabeza con mi espalda.

—¿Estás muy ocupado?—pregunto. Si, lo estoy, pero nunca lo estaria si es por tí.

—No, ¿por qué?— pregunté, revolviendo el azúcar.

—Quiero ver una película contigo— dijo puchereando. Sonreí y me giré abrazandolo de la cintura.

—¿Quieres que te haga mimos—pregunté, él asintió, con sus labios abultados.

¿Está esperando un bebé o él es el bebé?

Llevé con cuidado el café a la sala de estar y nos recostamos en el sillón, pegaditos, mientras mi mano acaricia su vientre. Lo durito, y semiabultadito que está me causa mucha ternura.

—Mmmh, ¿Te ha dado alguna molestia el garbancito?—pregunté, besando su mejilla, buscando netflix. El nego.— Creo que deberíamos ir con el médico para que te haga un chequeo, ¿no crees?

—Si... La verdad había estado pensando en eso, no he ido al doctor y bueno... No se nada del garbancito—dijo, girándose hacia mí. Lo abracé y besé su frente.

—Espera aqui—dije y tomé mi teléfono, yéndome al patio—Changbin, ¿tienes alguna hora libre en la consulta?

—¿Para qué?—pregunta de mala gana.

—Necesito llevar a Jisung al obstetra—dije

—aaaah, verdad, si, bueno, puedo darte una manana si quieres—dijo—Ven de 3 a 3:30. Si no estoy yo, los atendera Jin young—dijo—Y vienes cabron o te reviento.

—Mierda. Mañana tengo trabajo—dije, pensé y suspiré—Bien, no importa, tratare de llegar con él, o que vaya solo o con alguien más, Gracias Changbin. Mandale saludos a Chae.

—Esta bien, le dire que su tío chiquito llamó.

Reí y colgué, entrando nuevamente. Jisung elegia una pelicula moviendo sus piecitos. Sonreí, es lo más adorable de este mundo este chico. Abulto sus labios sin saber cuál escoger.

—Mañana tenemos hora con el obstetra. A las 3— dije. Él me sonrió—Ven aquí—dije sentándome, abriendo mis brazos, él se ubicó entre estos, descansando en mi cuello—Esa manera de ver peliculas que tienes, me impresiona— dije. Él rió y cerró sus ojitos.

Es adorable.

[...]

—¡No quiero!— chilló a traves de la puerta, suspire—¡No voy a salir nunca de acá!

—Jisung... Solo dije que tenías los tobillos hinchados.

—¡Me dijiste gordo Minho!—chillo y lo escuché llorar.—Estoy gordo y asqueroso.

—¿Estás llorando?

—¡No!—sollozó—Estoy sudando por los ojos.

Bufé y movi la manilla.

—Ya, Sung... No estas gordo—dije.

—Mis pantalones me aprietan la cintura y los muslos, estoy gordo—dijo—¿P- Por eso prefieres a Seungmin verdad? E-Es por porque él esta delgado y muy guapo— sollozó.

—¿Qué dices? Ya, Jisung abre la puerta. Debo irme a trabajar y tú debes desayunar.

—Encima, me dejarás solo—sollozó.

Me froté el rostro y traté de focejear la cerradura. Cuando abri él me abrazo, frotando su cabeza contra mi pecho.

—Min... Quiero fresitas.

Dios santo.

[...]

—Si, lo sé. Se que llegué más tarde pero... Debo irme, tengo una cita medica muy importante. Y no llegué tarde por querer fue por...

—¿Por qué?

—Mi pareja, seremos padres y bueno... Por la mañana se le antojaron fresas y-

—¿En esta temporada?—preguntó. Asentí.

—Fui a buscarle fresas. Y hoy por la tarde tenemos obstetra— dije con un tono lastimoso—Necesito irme al menos una hora antes.

—Solo media hora antes.

—Pero...

—Media hora dije.

Ahora cómo mierda llego.

S E G E N •ᴍɪɴsᴜɴɢ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora