El protagonista es un lindo loto al que cuidar

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Hasta que el niño volvió por segunda vez fue que se dio cuenta que aquel era el protagonista. Sus recuerdos del arte oficial eran malos, no había razón para reconocerle en el primer encuentro.

Aquel niño valiente era extrañamente callado. Quiso conversar un poco, para entrar en confianza, pero nunca le respondió. Extraño, pero no había tiempo de pensar que tal vez morir le hizo hablar nuevamente chino, y tal vez el idioma de este lugar no lo era.

Pero era bastante agradable su presencia. Incluso lo acompañaba cuando entrenaba, y también sin palabras trataba de enseñarle un poco. Sabía una cosa o dos de cultivación, más allá de ese maldito libro falso.

Ni sabía porqué le agarraron el libro o algo porque después aquello estaba quemado. Y Binghe, como el pequeño loto que es no contó sobre como los niños lo hicieron, incluso lo miró con temor.

Era hermosa la oportunidad de  verlo florecer, como aquella pequeña oveja  incluso lo llamaba shizun mientras crecía. No conversaban tanto pero era lo suficiente para entenderse mutuamente. Incluso le dejó ayudarle a curar sus heridas.

Parecía que tenía un gran futuro como la figura paternal del pequeño.

Incluso podría ser lo suficiente como para que cuando este se corrompa no venga y lo exorcise fuera de este plano. Nunca ha oído que le pasa a un fantasma después de eso, no se iba a arriesgar.

El maestro del bosque de bambúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora