61- No me siento bien.

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Hinata.

Un mes entero sin tener a Sasuke cerca, al inicio fue difícil, ya que me había acostumbrado a su compañía pero ya estoy volviendo a rehacer mi vida.

He estado tomando tiempo para mí, tratando de sentirme querida y valorada por mi misma.

Ahora sonrió con genuina alegría con mayor frecuencia.

También he estado frecuentando a una excelente psicóloga; Kurenai Yūhi.

Ella es la que se encargo de mi caso cuando por fin fui lo suficiente valiente como para pedir ayuda.

Sí, pedir ayuda.

La necesitaba y es hasta ahora que me doy cuenta de todos los traumas que he venido arrastrando desde hace años.

Desde hace unos días encuentro a Hana, diferente... Más ¿Mmm...? No sé como decirlo... ¿Extraña?

Ha estado nombrando a Sasuke con más frecuencia, lo cual no es extraño. Lo extraño es que lo mencioné pero no para insultarlo, lo cual sería lo esperado de ella.

Le resto importancia, tal ves ya se le pasó la rabia, no sé.

Lo que si a estado extraño son los repentinos cambios de humor que tengo, se los atribuyó a las consultas que tengo con la doctora Kurenai.

Ahora sonrió con mayor frecuencia, pero de igual manera lloro por nada. La doctora dice que está bien y que esto es muy común en persona que han pesado por algo similar a lo que yo he vivido, pero aún así, no me convence.

Otro dato curioso es que Sasuke a dejado de buscarme.

Ya no me llama, ya no me escribe y ya no trata de emboscarme en la calle o en la oficina. Tal ves ya se aburrió de seguir persiguiendome... Tal ves.

Ahora me encuentro llegando a la oficina.

Bajo de mi vehículo luego de aparcarlo y cuando ya estoy a algunos pasos de la entrada principal siento un extraño y repentino mareo.

Me sostengo de lo primero que encuentro, lo cual resulta ser un pilar de la empresa, llevo una de mis manos a mi cabeza mientras que la otra la apoyo en la superficie que me sostiene tratando de no perder el equilibrio y caer al suelo.

Tras algunos minutos siento que la sensación de mareo desaparece, pero aún así, el susto que he pasado persiste.

Me tomo un poco más de tiempo para enderezarme y cuando creo estar en condiciones para seguir, lo hago.

Entro al elevador y ahí es donde me permito pensar en lo que acabo de pasar ¿Un mareo? ¿Por qué?

No tengo tiempo para seguir cuestionandome ya que el ascensor se abre dejándome ver a un azabache muy conocido. Demasiado conocido diría yo.

¿Era mucho pedir que me olvidará?

Supongo que soñe antes de tiempo.

Él entra al elevador y marca el mismo piso que yo.

Lo observo pero noto algo diferente en él, no sé lo que es.

Está extraño, es lo único que puedo decir.

El mareo que sentí abajo se intensifica y tengo que volver a llevar una de mis manos a la cabeza para tratar de minimizar el dolor.

Él al verme trata de sostenerme a lo cual yo me alejo lo más rápido que puedo.

Aún está muy fresca la herida, no ha sanado por completo. Necesito tiempo.

Tiempo para sanarme.

-Estás pálida y pareces mareada, ¿Qué tienes? ¿Por qué estás así? -como no lo deje acercarse, el permanece aún lado de mí mientras me observa con preocupación.-

-No me siento bien... -mi voz se escucha apagada, carente de fuerza y literalmente así me siento, sin fuerzas.-

Las puertas del elevador se abren en mi piso y yo camino para salir de ahí, pero al estar a unos pasos fuera del cubículo, todo me da vueltas y siento que mi cuerpo pierde la fuerza para mantenerme de pie.

Todo se vuelve negro... Creo que desmayé.

"Ojo por ojo y Diente por diente" (Sasuhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora