Capitulo 04

532 34 5
                                    

Carlos regresó a casa muy cansado por la jornada de trabajo, pero con una enorme sonrisa en el rostro. Andrea se encontraba cocinando tan concentrada que apenas se había dado cuenta que su hijo ya estaba en casa. Carlos la miró con ternura recordando los momentos de su infancia cuando regresaba de la escuela y veía a su madre preparando el almuerzo.

Ella lo miró de vuelta y le sonrió a su hijo con ternura. ¨Alfin llegaste, amor ¿Qué tal tu primer día?¨. Carlos se acercó a su madre para besar su frente y acariciar sus rizos. ¨Muy bien, mamá... algo cansado, pero muy bien. Es bueno volver al deber¨ Andrea le sonrió y puso un plato de chile en la mesa para que su hijo pudiera comer y descansar. Carlos vió el plato caliente y sus ojos se iluminaron porque podía disfrutar de la tan anhelada sazón de su madre luego de un tiempo. Carlos comió del plato con toda el hambre que cargaba del trabajo hasta que, sin darse cuenta, se encontraba rascando el plato en busca de los restos. Andrea le sonríe a su hijo y le sirve otra ración más. ¨Veo que tienes mucha hambre hijo. Me alegra mucho. Siempre comes bien cuando estás de buen humor.¨ Carlos le sonrió a su madre con ternura y volviendo la mirada al plato de chile pregunta casi con la boca llena ¨¿como la ha estado pasando TK?¨ Andrea miró a su hijo con el ceño fruncido ¨Vaya... hasta que te acuerdas que tienes marido¨. ¨Lo siento, mamá ¿Pasó algo malo?¨ se disculpó mientras se limpiaba la boca con la servilleta y cambiando su semblante a preocupado. ¨No, bueno... está algo decaído desde que llegamos del mercado. Pero no lo interrumpas... lo dejé descansando en su habitación... será bueno que le des su espacio por ahora...¨

¨Bueno, hablaré con él más tarde... y perdona por no haber preguntado antes. Sé que si hubiera pasado algo malo, ya me lo habrías dicho... y, no sé... verte aquí, cocinar para mí llegando a casa... me recordó a cuando vivía con ustedes... No quise ser desconsiderado. Debió pasarlo mal, ¿verdad?.

Andrea se sentó junto a su hijo con una mirada triste. ¨Cuando llegamos del mercado se sentó en el sofá con mala cara... y no ha querido hablar al respecto. Al menos logré hacer que comiera algo. No debe ser fácil sentir lo que siente y tener los pensamientos que tiene.¨ Carlos suspiró y se levantó de la mesa para lavar su plato vacío. ¨Gracias por todo, mamá...¨

El policía despidió a su madre y le pidió un taxi para su tranquilidad y haciendo esto va a su habitación para, por fin, saludar a su esposo. Carlos mira al paramédico recostado en la cama mirando su celular. Carlos se quedó mirándolo por unos segundo hasta que TK rompe el silencio sin quitar los ojos de la pantalla.

¨¿Cómo estuvo tu día?¨ Carlos sonrió y se sentó en la cama a su costado. ¨Yo debería preguntarte eso... mamá me comentó que has estado sintiendote mal luego de la salida al mercado. ¿Pasó algo?... amor sabes que puedes contarme lo que sea... y si necesitas hablar...¨

¨Estoy bien. No tengo nada.¨ Dijo de manera cortante, lo cual hizo que Carlos se sintiera un poco herido. ¨Amor yo solo quiero ayudarte...¨ TK levantó la mirada con el ceño fruncido y miró a Carlos con reclamo ¨Ayudarme... a tu pobre esposo ¿verdad?... no necesito tu lastima, Carlos¨ ¨Bebé...¨ Carlos acarició la pierna de TK pero este se levantó de la cama bruscamente al sentir su tacto.

¨Sueltame... no quiero que me toques...¨ ¨Esta bien. Lo siento.¨ Dijo tratando de ser lo más comprensivo posible. ¨Quiero que me digas... ahora... Carlos. ¿Eres feliz conmigo?¨ ¨Amor... no entiendo a qué viene todo esto...¨ Dice Carlos confundido.

¨¿Eres feliz... en un matrimonio con un hombre cómo yo?¨ Dijo TK perdiendo la paciencia. ¨Te vi en la tarde... con otro hombre. Bueno, no tendría nada de malo... buscar placer en otros mientras tu esposo es incapaz de complacerte...Es solo que, no creí que fueras a hacerlo tan rápido.¨

Carlos se sentía algo ofendido por lo que salía de la boca de su esposo ¨Tayler... jamás me atrevería a engañarte y me molesta que pienses que sería capaz de algo asi... cómo si no me conocieras...¨

Heridas PermanentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora