Primer día, primer problema

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Capítulo 3

T.

-¡Despierta! -El grito de mi tía hace que me aleje de ese lugar enigmático al que vamos cuando dormimos y soñamos con nuestros deseos, miedos o inquietudes. Me cubro el oído instintivamente y aprieto los ojos tratando de disipar el dolor que mi tía ha provocado.

Un quejido sale de mis labios, mi tía abre las ventanas haciendo que la luz fastidie mis párpados, me cubro con la sabana y me retuerso un poco.

-Si no te levantas ahora llegaras tarde a la universidad -Dice mi tía antes de salir de la habitación- Te quiero abajo en la cocina en 15 minutos jovencito -Grita desde el pasillo

Retiro la sabana de mi cuerpo con brusquedad, me siento en la cama y limpio mis ojos refunfuñando. Me levanto tambaleante, cuando logro ponerme firme empiezo a caminar hacia el baño, entro y me miro en el espejo. "¿Porque?" pienso. Restrego mi rostro, me despojo de mi ropa adentro en la ducha.

Después de una relajante ducha me cambio lo más sencillo posible con una camisa manga larga que recojo hasta que me queden por los codos, unos jeans negros y unos Converse del mismo color, me coloco un gorro gris, tomo mi morral con mi cámara favorita y bajo a la cocina.

-Buenos días -Digo mientras coloco el morral en la mesa de desayunar, me acerco a mi tía y le doy un beso en la mejilla

-Buenos días Vortie -Dice mientras le da un sorbo a su tasa de chocolate, abro la nevera, saco una manzana y una cajita de jugo de naranja

-¿No piensas desayunar? -Dice señalando el plato que esta sobre la mesa

-Amm -Digo dudoso mientras miró el plato, la vuelvo a mirar, tiene esa mirada suplicante que siempre coloca cuando quiere que haga algo

-Lo prepare con mucho cariño -Coloca una cara de perrito suplicante inclinando levemente la cabeza

-Ya que -Digo cediendo mientras me siento frente al plato

-¡Si! -Exclama mientras se acerca a mi y me besa la frente- apresurate que Albert te va a llevar

Desayuno lo más rápido que puedo, meto el jugo y la manzana en mi morral y me despido de mi tía engullendo los últimos trozos del pan tostado. Me subo al auto junto a Albert quien el 30 minutos me lleva a la universidad, hubiéramos llegado mas temprano de no ser por el tráfico.

Salgo del auto despidiendome de Albert quien me da su numero para que lo llame cuando deba venir a recogerme, lo acepto pero le digo que no sera necesario ya que después iría a pasear por la ciudad. Me siento como un extranjero entre todas esas personas -aunque soy de Mexico, igual ellos me hacen sentir más extranjero- todos caminan de un lado a otro, se siente la tensión en el aire. Pero, a pesar de eso, me siento relajado, le pregunto a un profesor sobre el salón de fotografía quien me da unas indicaciones algo difíciles de entender y se va desesperado. Yo, tratando de seguir sus instrucciones me adentre en la universidad, luego de dar vueltas y vueltas di con el salón de fotografía, me senté en el primer asiento que me pareció atractivo y esperé a que comenzaran las clases.

El salón estaba casi lleno cuando entró un chico un poco alto, cabello negro peinado ligeramente hacia atrás, ojos marrones y algo musculoso, me miró y se acercó a mi seguido por dos chicos que parecían ser sus guardaespaldas.

-¿Qué haces en mi asiento? -Pregunta serio mientras se cruza de brazos, me mira como si me quisiera asesinar y sus amigos lo imitan. Parecen unos idiotas, pero no me sorprende ya que es típico en las personas desesperadas por ser populares creyendo que así ganaran algo de respeto y admiración de los demás, de mi solo consiguen desprecio y desagrado

Can You Be My Nightingale?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora