Alejados

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Capítulo 7

V.

"¡Idiota!, es un imbecil" -Pensé.
Desde que me fui y lo deje a media calle no he parado de repetir lo mismo. Que le haya pasado algo o que sucediera lo que sea que haya sucedido, no era excusa para tratarme así. Tomé un taxi y lo pagué con mi propio dinero, no podía aceptar absolutamente nada de una persona tan grosera, sólo intentaba ayudarlo pero se nota a leguas que es un engreído.

Cuando entré a la casa me encontré con una Margarita notablemente enfurecida y con una Ronnie visiblemente preocupada. Se me había olvidado por completo llamarlas, además de que mi celular se había descargado y, como tuve que esperar un buen rato para tomar el taxi, llegué tarde a la casa. Sentí como la ira de Margarita se reflejaba en todo su cuerpo; inclusive, noté como un frío subía de mi espalda a mi cuello, era igual a la sensación que te deja cuando te pasan un hielo por la piel o cuando tus instintos te dicen que algo enormemente peligroso se avecina. Entré sonriendo lo más inocente posible y me acerqué a ellas como perrito arrepentido.

-¿Dónde estabas? -Preguntó Margarita con un tono que ocultaba furia detrás de una suavidad y relajación.

-En Baker Street... -Dije con un tono bajo mientras sonreía ampliamente.

-¿¡Y tu que hacías en Baker Street!? -Abrió los ojos como platos y se acercó a mi con las manos en su cadera.

-Estaba con una compañera haciendo una tarea -No podía evitar que mi rostro sudara, era una forma de delatarme cada que decía una mentira.

-¿De que rayos hablas Nell? La única amiga que tienes en esta vida es Ronnie -Me dijo con tono firme. Era cierto lo que decía, pero eso no quitaba el hecho de que me sentía ofendida y subestimada.

-Primero, dije compañera. Segundo, es un trabajo que me dejaron en clase, el profesor nos escogió los compañeros. -Sentía como el sudor me bañaba de pies a cabeza, nunca le había mentido a Margarita y hacerlo ahora era un verdadero desafío, cabe mencionar que ella me conoce como a la palma de su mano así que mis intentos se desvanecian cada que me inspeccionaba con su mirada meticulosamente.

-¡Mentira! -Me señaló con su dedo indice- Quiero la verdad Nell, y la quiero ahora mismo.

¿Cómo?, ¿Cómo decirle que ayudé a un chico desconocido que me salvó de un problema ocacionado por Ronnie, que cuando le di las gracias y le iba a curar sus heridas me desmaye en medio de la calle, el me llevó a su casa y terminé peleandome con el por razones desconocidas? Nada más llegar a la parte en la que el me carga en sus brazos y me lleva a su casa, Margarita explotará. Ya la imagino gritandome lo loca que me he vuelto al dejar que un chico que apenas conozco me lleve inconciente a su casa y los innumerables peligros que eso pudo haberme provocado.

-Esa es la verdad -Dije lo más sería que pude-. Si no quieres creerme, es problema tuyo. -Dicho eso me dirigí a mi habitación. Margarita me seguía mientras resonaba sus pisadas para que supiera que estaba detrás de mi y que aún no la convencía mi historia.

-Si esa es la verdad, entonces no te molestará mostrarme lo que hicieron hoy -Dijo con los brazos cruzados.

-Lo dejé en su casa -Respondí con audacia-, ella me dijo que se encargaría de llevarlo a la Universidad mañana.

-Cada vez más te creo menos. -Entramos a mi habitación; Mopsie estaba sobre la cama, al verme corrió a mi encuentro y, con maullidos y caricias, me recibio; la cargué y me acerqué a la cama.

Margarita me miraba dubitativa, Ronnie entró al cuarto y con las manos en las caderas dijo:

-Yo si le creo. -Margarita la miro con el ceño fruncido-. El profesor Corvin siempre hace ese tipo de trabajos en los primeros días, dice que no le gusta perder el tiempo.

Can You Be My Nightingale?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora