Las palabras lastiman si se dicen en el momento incorrecto, eso está más que comprobado.
Gracias al mal uso de estas, es que Masahiro y Kousuke estaban viéndose fijamente en aquel lugar donde, sin ser conscientes, habían cruzado palabra por primera...
-Cielo-Anuncio un ojimiel levantándose y besando el hombro desnudo de su esposo-Buenos dias.
-Buenos dias-Contesto el contrario posando su mano del lado contrario a donde estaba siendo besado.
Aquello fue una señal que rápidamente interpreto el de ojos mieles y, bastante intrigado, separo sus labios del cuerpo contrario y lo miro atentamente.
-¿Pasa algo?
-No es nada, es una estupidez.
-No creo que solo sea eso si apenas despertamos y ya te estas comportando extraño.
-¿Por qué dices eso de extraño? Estoy normal.
-Estas haciendo lo de poner tu mano en tu cuello del lado contrario a donde te estaba besando.
-¿Y eso que tiene?
-Pues que eso solo lo haces cuando algo te preocupa, ya que normalmente pones tu mano en mi cabeza del mismo lado donde te beso.
El ojiverde entendió que había sido descubierto por lo que suspiro y negó.
-Así que no se te escapa ningún detalle, Asaya.
-No, menos si se trata de ti. Anda, solo suéltalo, cariño.
El rubio se separo un poco del contrario, poniendose a la orilla de la cama mientras se ponía una bata que cubriera un poco de su desnudez.
-Yo... Tengo un mal presentimiento... Muy malo... Siento... Qué toda mi estabilidad está por pender de un hilo.
-¿Es por que Oshiba-san regreso a buscarte en EUA?
-Si, hay algo que me dice que no no se quedará de brazos cruzados y yo... No se que hacer si llega a perturbar todo esto... No quiero perder ya más mi estabilidad.
Acto seguido, las lágrimas empezaron a brotar de los ojos esmeralda del más bajo.
Debido a ello, Hasekura se levanto y abrazo a su novio por la espalda tratando de brindarle apoyo.
Era demasiado agotador estar con esa sensación de incomodidad e intriga pese a estar del otro lado del mundo.
Ni siquiera parecia surtir efecto calmantes el hecho de estar de regreso en el pais que los vio nacer.
Y no le gustaba, necesitaba encontrar la manera de que todo ese pasado se cerrará de una vez por todas.
Fue ahí que, en medio de todo ese ambiente negativo, una idea cruzó por su mente.
Era justo la solución más obvia, y que no había sugerido, por miedo a la reacción del rubio.
Tomando aire y reuniendo valor, expreso lo que desde hace tanto quería.
-Masahiro... Casemonos-Susurro el pelinaranja haciendo que el ojiverde se quedara sin aliento.
Sin ocultar la sorpresa en su rostro, se dio la vuelta haciendo contacto directo con el contrario tratando de ver la burla o broma detras de esas palabras.
Sin embargo, solo se encontro firmeza, decision y sinceridad en loa ojoa de su pareja.
Fue ahi que lo tomo en serio.
Era, sin duda, una propuesta inesperada.
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