Un nuevo Naruto(Narusasu)

5

Naruto respiro hondo, con nervios, estaba temblando, pero si quería la ayuda de Kurama desde ya debía entablar una relación. En la línea original, hablan por primera vez cuando Naruto le exigen su chakra para realizar una invocación, la naturaleza desafiante de Naruto termina por agradarle a Kurama, pero se vuelven amigos por fin durante la guerra y falta mucho para eso.

Cerró los ojos, antes de suspirar, el sello se volvió visible en su estómago y Naruto se adentró a su subconsciente. Despertó en ese lugar lúgubre, oscuro, tenebroso frente a una enorme reja. Trago duro y tembló, pero no retrocedió.

Su sonrisa de oreja a oreja era escalofriante, mostraba a la perfección su dentadura filosa.

—Acércate niño—ordeno con su voz atemorizante.

—No gracias, estoy bien aquí.

Naruto quería salir corriendo, pero debía ser valiente.

Kurama era mucho más grande y atemorizante de lo que pensaba. Naruto se sobresaltó cuando las garras de Kurama intentaron alcanzarlo, siendo impedido por las rejas.

—Estúpido sello—maldijo—Vaya, asique mi carcelero por fin decidió visitarme—su voz profunda daba miedo. Naruto frunció el ceño, recordando su personalidad desafiante y desubicada.

—No es como si haya podido venir antes, estúpido zorro. No sabía que estabas aquí—gruño.

«Este mocoso...» pensó Kurama.

—Entonces ¿Has venido a ofrecerte mi para que pueda sabotearte hasta el tuétano? —dijo con voz tenebrosa y sonrisa malvada.

—No sabía que eras comediante, ttebayo.—dijo el niño burlón.

«No es como su madre ni como Mito. No parece temerme ni respetarme»

El niño miro el lugar, lo único que brillaba era la enorme reja y los ojos de Kurama. Todo lo demás era oscuro, y Kurama parecía encorvado en su espacio como si no tuviera espacio para moverse.

—Este lugar es un asco—menciono. Ni siquiera podía sentarse por la humedad, quería sentarse.

—Es tu mente, claro que es un asco—dijo el zorro con rencor.

—Oye—dijo el rubio ofendido y luego se vio pensativo—Con que es mi mente...

Cuando era Zack una vez se le cruzo por la cabeza si Naruto podía cambiar el espacio mental de Kurama. Ahora tenía la oportunidad de comprobarlo.

Comenzó a visualizar, recordó los paraísos naturales de su anterior mundo. Después de todo la imaginación era un arma fuerte e ilimitada, el suelo húmedo desapareció dándole lugar a un césped verde, la luz natural se hizo presente cuando el cielo se convirtió en un hermoso azul con nubes blancas.

—Mocoso...—la voz de Kurama se oía con asombro.

Del lado de Kurama, el campo verde era demasiado amplio a distancia se veía unas cascadas que hacían ver el lugar como un paraíso. La reja que los separaba a ambos seguía allí, pero todo el lugar era distinto.

Naruto había combinado los Mágicos Campos de La Toscana y las Cataratas del Iguazú, y había creado un paraíso hermoso. El zorro no sale de su estupefacción.

—Lo hice porque quise. Es mi mente y hago lo que quiero, no me importa si no te gusta—dijo orgulloso cruzándose de brazos y dándole la espalda.

Sabía que Kurama era demasiado orgulloso como para aceptar o agradecer este espacio, asique era mejor que crea que lo hizo solo por capricho, le evitaría una discusión con el zorro reclamando que no le pidió nada.