Naruto saltaba árbol tras árbol, hacia la casa de Tazuna. El ataque sorpresivo y la superioridad en habilidades y fuerza les había dado el éxito en su saqueó a la guarida de Gato.
Naruto cumplió con su parte cuando encontró y entregó el inventario y las ubicaciones de las demás bóvedas de Gato fuera de la isla. Despidió a Zabuza y a Haku, en buenos términos con ellos, sin saber si alguna vez se volverían a ver.
Tenía un pergamino en su mano donde había sellado su parte del dinero. Suspiró profundamente cuando llegó al lugar, donde se encontró a Kakashi a su espera mientras leía un libro.
—¿Y Sasuke? —fue lo primero que preguntó casi de forma automática. Kakashi desvío la mirada de su libro hacia él con su ceño ligeramente fruncido, pero luego sonrió.
—Ya está consciente pero está descansando. No vayas a verlo, está avergonzado por no haber resistido la lucha.
Naruto asintió comprendiendo que no era buen momento para ver a Sasuke.
—¿Dónde estabas, Naruto?
—Necesitaba un momento a solas, un respiro, lo que pasó hoy fue... Ya sabe, una experiencia nueva—hablo algo inquieto, sin saber qué más decir.
No lo había dicho ni expresado en voz alta en ese momento, pero había sinsabor que estaba sintiendo desde el momento en que la vida de un hombre se había acabado en sus manos, el número aumentaba mientras él seguía luchando y... Cuando planeó todo sabía que sería imposible no ensuciarse las manos, él no era como el Naruto original, él no quería dejar cabos sueltos. Pero no se imaginaba ese pinchazo en el alma y una pizca de humanidad que sentía que había desaparecido en él.
Acabar con una vida no era un sentimiento agradable. Sin embargo le aliviaba sentir eso, le hubiera asustado no sentir nada al momento de matar.
—Entiendo como debes sentirte, Naruto. La primera vez no es fácil, pero debes saber que no eres un monstruo, hiciste lo que tenías que hacer.
Naruto escuchaba a su sensei pero el sentimiento de amargura no se iba, sentía como si tuviera una mancha que no se borraría y que su luz había perdido un poco de brillo.
En ese momento, unos pequeños brazos rodearon su cintura, Naruto sintió como eso malo en él desaparecía en el momento que dio la vuelta y vio la sonrisa de Inari. Un cosquilleo en su cuerpo pareció borrar esa mancha en él. Y volvió a sentir calidez.
—Naruto-nii, ya se acabo. Ahora somos libres, estoy feliz—le sonrió el niño. Naruto se contagió de esa felicidad, y Kakashi también río.
—Inari, eso es muy bueno—Naruto sacudió el cabello del niño—Ve a acompañar a tu abuelo, luego te alcanzo. Debo reponer energías.
—Está bien—Inari le sonrió una vez más antes de alejarse.
Naruto lo siguió con su mirada y una sonrisa algo rota. Miro a Kakashi.
—Ya no siento ningúna culpa ¿Eso es malo, sensei?
—¿Qué?—Kakashi lo miró sorprendido.
Naruto suspiro.
—¿Vio esa sonrisa? El mundo había sido privado de esa sonrisa por culpa de Gato y sus hombres. Hace un momento si creía que era un monstruo, creía que no era diferente a esos tipos que hoy murieron, pero... Si lo soy, no soy como ellos. Y la verdad, sus muertes no le pesaran al mundo, todo lo contrario.
—No es malo que sientas eso, pero es curioso que esa culpa se haya borrado tan fácilmente. Algunos ninjas tardan años en llegar a tu conclusión y sentirse libres de la culpa.
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Un nuevo Naruto(Narusasu)
Fiksi PenggemarLa vida de Zack era casi perfecta. Un adolescente inteligente, talentoso, popular y con una familia amorosa, estaba a punto de cumplir su sueño. Pero morir joven y transmigrar al personaje principal de su anime favorito no era su sueño. Aunque el a...