un cuento de una bruja

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Ya era la mañana siguiente, se levantó algo somnoliento pero se encontraba bien para hablar con esa sirena otra vez, esta vez procuraría que el pescador no estuviera entrometido, a la criatura no le gustaba la presencia del viejo y tenía que admitir que a él tampoco le parecía del todo agradable, era un viejo raro y más aparte muy aterrador, sus historias de como las sirenas le quitaron los ojos no tienen demasiado sentido si tomamos en cuenta que las sirenas no necesitan ni querrían sus ojos para absolutamente nada.

En fin, se levantó de la cama y arregló sus cosas para cazar, bueno, en estos momentos solo estudiar a la sirena o más bien el tritón ya que es un chico y no un mujer.

Good morning - saludó a la mujer que era la que estaba despierta en esos moenntos seguramente la niña seguía durmiendo.

Ah, buenos días - dijo ella terminando de acomodar las cosas en la mesa y mirando al contrario - ¿Quiere desayunar?

Estoy bien - se dirigía a la entrada aunque se detuvo antes de salir - tomaré un pan - era solo un pedazo de pan pero con eso tenía suficiente energía para todo - thanks.

Salió del lugar y vió la hermosa vista que tenía, era temprano pero esperaba poder encontrarse con ese extraño pez antes que el propio pescador. Pasó cerca de la caza de viejo para simplemente sentarse en la orilla del muelle y ver si podía divisar a la sirena.

¿Que haces aquí? - dió un respingo cuando escuchó la voz del anciano, se calmó después de unos momentos pero ahora estaba seguro de que no vendría aquella sirena.

Ah, mirando el océano - fue lo único que dijo sin querer avisarle que le daría caza al ser - ¿Que?, ¿No puedo mirar el océano?

Nunca te rindes ¿Cierto? - negó, supuso que ya sabía que estaba haciendo allí - muchacho eres idiota - eso le ofendió muchísimo - no te puedes meter con criaturas que no conoces.

Agh - bufó un poco molesto ante aquello mirando al anciano, sabía donde se estaba metiendo y que debía de hacer - se lo que estoy haciendo, llevo mucho tiempo trabajando en esto y no me interesa si esas criaturas son peligrosas, estoy aquí no solo por mi propio interés sino por los demás.

No puedes meterte con fuerzas que no controlas - le miraba con su ojo bueno y más o menos podía mirarlo con su ojo de vidrio - ¿Olvidas lo que te dije?, Esas criaturas se llevaron mi ojo.

¿Podríamos dejar de hablar de su ojo por un momento? - ya estaba algo harto de eso, oía por todas partes sobre el ojo del pescador - lo importante no es su ojo, mire se que usted es mayor pero deje de ser un cobarde - el anciano se sorprendió - es el único que tiene un barco en este lugar pero lo único que lo detiene es que una sirena se llevó su ojo, y en lugar de ayudar a los lugareños que perdieron un niño o varios decidió vivir su vida encerrado en su cabaña de basura, quejándose de un ojo que ya no tiene y que nunca va a tener - se calló un momento - voy a disfrutar de la vista en otro lado.

Quizá no era lo que quería decir pero realmente estaba molesto, el anciano no estaba loco, por lo menos no lo parecía después de hablar un par de veces con el simplemente se había hecho el loco para no hacer lo que estaba en sus manos para ayudar, puede que la sirena le tuviese miedo pero el anciano tampoco estaba muy lejos de estar aterrado de la sirena, odiaba eso, a veces la gente por miedo hacía cosas estupidas, el quería demostrar que el miedo no lo valía que lo que importaba realmente era conocer las cosas, tal vez en un principio había querido cazar a la sirena pero tal vez no representaba una amenaza real para este pueblo.

Hola - se sorprendió un poco, era de nuevo la criatura - escuché que le gritabas al anciano.

Es algo personal - murmuró algo molesto, en realidad no quería hablar con el sobre esto.

Ok... ¿Traes galletas? - preguntó algo tímido, solo por eso se había acercado a él, además de que era más amable.

Oh yes - dijo, le ofreció una galleta al contrario quien gustosamente aceptó el obsequio - ah, ayer todavía quería preguntar cosas.

¿Sobre qué? - dijo cuando terminó de masticar la galleta que le había dado el contrario.

Sobre lo que pasa aquí - dijo sin más, la sirena debía de tener una idea de lo que estaba pasando si es que vivía cerca del lugar - debes vivir cerca de aquí entonces debes saber sobre los niños desaparecidos.

Oh - si, sabía sobre eso podía verlo en su mirada o por lo menos eso es lo que parecía en un principio - a papá no le gusta que hable de eso.

¿Porque? - preguntó pensando que quizá el padre de este había secuestrado a los niños o algo por el estilo.

Papá dice que si hablas sobre eso desapareces - parecía muy intrigante y poco probable aunque no entendía el contexto de ello - papá dice que si los pequeños alevines se portan mal y hablan sobre la bruja desaparecen - ¿Una bruja? - papá dice que la bruja es una humana fea que canta todas las noches y se lleva a los alevines, me da miedo, ay no, ya te dije, voy a desaparecer.

No, don't worry - le acarició la cabeza para que se calmara y más o menos funcionó - es extraño, los humanos del pueblo dicen que quien se lleva a los niños es una sirena.

No es verdad - se veía molesto, por supuesto que ellos no de habían llevado a nadie - nosotros no nos llevamos a nadie.

Bueno, aquí solo viven cuatro humanos y ahora conmigo son cinco - dijo mirando al contrario, quizá todo esto podría ayudarle a esclarecer las cosas - el pescador es aterrador pero no una bruja, el alcalde perdió a un niño a causa de la criatura así que tampoco lo es y la mujer de la posada está aterrada porque tiene una hija, tiene miedo a que se la lleven, ninguno de ellos es una bruja.

Entonces la bruja ¿No es humana? - preguntó algo confundido, así le habían dicho pero la verdad es que no creía en lo que le decía su padre la mitad de las veces.

Well las brujas son humanas - entonces su padre si que tenía razón - pero no está en el pueblo, además las brujas no cantan, eso solo lo hacen las sirenas y las hadas, pero ellas son buenas, tengo que saber que está pasando realmente aquí.

La leyenda de la sirena Donde viven las historias. Descúbrelo ahora