La noche en que Aemond regresó a la Fortaleza Roja, fue cuando todo comenzó a irse a la mierda.
Tras la repentina usurpación de Aegon, el reino se estaba dividiendo entre quienes lo apoyaban a él, y quienes defendían la legítima sucesión de Rhaenyra.
La estabilidad del pueblo flaqueaba. Habían llegado cuervos con información de todo tipo. Las Casas que juraron su lealtad a Aegon ahora daban la espalda, se oían rumores de revueltas y motines.
"Si ni siquiera la propia familia real es capaz de respetar y mantener una sucesión, ¿Por qué deberíamos hacerlo el resto del pueblo?" "¿Qué dice todo esto sobre la clase de rey que será Aegon? Si fue capaz de ir en contra de su propia hermana, será un tirano sin dudas." Eran algunas de las cosas que se oían por las calles.
Si, la gente estaba comenzando a cuestionar lo que había sucedido. No era secreto para nadie que el rey usurpador no estaba preparado para soportar el peso de la corona.
Y Aegon mismo lo sabía mejor que nadie. Realmente no veía futuro para su reinado si seguía siendo él quien se siente en el Trono de Hierro.
-Aemond, debes ayudarme, ¡Por favor! - Aegon perseguía a su hermano por la habitación.- Eres el único que puede hacerlo.
-¿Y por qué querría ayudarte en algo como eso? Literalmente no ganaría nada con esto que se te ha ocurrido.
-Si ganarías. - Aegon esperaba que lo que tenía para decir fuera suficiente motivo para convencer a su hermano menor: -Tendrás la mano de Lucerys en matrimonio.
Si, definitivamente supo que había captado su atención en cuanto su ojo bueno se posó sobre él, expectante.
-¿Y cómo se supone que obtendría eso, exactamente? - Inquirió Aemond, incrédulo. Aunque en el fondo de su corazón deseaba una unión con Lucerys, dudaba que fuera a ser posible, y menos en las circunstancias generales actuales.
-Eh... Podemos proponer un matrimonio entre ustedes para...¿Reforzar la familia?- Aegon se ahogó con sus propias palabras. Ni siquiera sabía si lo que acababa de decir tenía sentido.
-Lucerys no va a casarse por meramente una acción política, Aegon. Él no es un objeto que tú o nadie más deba poner en posición de negociar; si va a casarse, que sea porque así lo elige él.- Aunque tuviera un solo ojo, su mirada no era menos amenazante. - Pero... Te ayudaré.
-Piénsalo Aemond, si todo esto sigue... - Aegon se detuvo al procesar las últimas palabras de su hermano.-Espera, ¿De verdad? ¿Por qué cambiaste de idea si según tú... ? - Se callo cuando notó la mirada ajena volver a endurecerse. - De acuerdo, eso no importa, lo que haremos ahora es planear nuestro siguiente movimiento.
El joven príncipe y su hermano pasaron los siguientes días ideando una estrategia excesivamente arriesgada: Aemond iría hasta Rocadragón a convencer a Rhaenyra de que ella y su familia vuelen a Desembarco del Rey, donde su hermano el rey usurpador devolvería la corona.
¿Una locura? Efectivamente. ¿Tenían alternativas? Si, pero ninguna tendría buen final.
Debían ser rápidos y cautelosos. Planearon todo con sumo detalle y cuidado de no llamar la atención más de la cuenta. Solo ellos dos sabían de aquel plan descabellado. No podían arriesgarse a que su madre, o incluso peor, su abuelo, descubrieran algo. Si eso pasaba, se iría todo doblemente a la mierda.
Para el cuarto día que Aemond pasaba en la Fortaleza Roja, en los que en ningún momento había podido dejar de pensar en su amado Lucerys; de extrañarlo, ya con Aegon tenían todo planeado y listo para ejecutar su plan.
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Un corazón Para Mi Lord Strong (Lucemond)
FanficAemond trae para Lucerys un peculiar regalo, capaz de probar el amor entre ambos jóvenes.