¡Último capítulo de esta historia!
- La ilustración que ven al final fue hecha por mí, específicamente para este fic.
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La celebración por la coronación de la nueva Reina de Poniente se había extendido por varios días.
En la Fortaleza Roja, los ánimos parecían haber mejorado mucho, al igual que en el pueblo.
Nyra y Daemon habían retomado sus obligaciones una vez todo volvió a la normalidad. Tenían mucho que hacer por el reino.
Por su lado, Lucerys y Aemond disfrutaban de su compañía mutua; Jacaerys y Aegon habían logrado recomponer medianamente su vínculo, aunque aún seguían en proceso, al menos habían avanzado un poco. Helaena se dedicaba a bordar como tanto le gustaba, leer y pasear por los jardines. Alicent y Rhaenyra no habían vuelto a ser amigas ni por asomo; pero al menos los momentos que ambas familias compartían juntas ya no eran tan tensos como antes. Un poco de paz y unión se había instaurado en la Fortaleza Roja, y el sol parecía querer volver a brillar sobre todos allí.
Y lo mejor de todo, es que Otto Hightower había vivido lo suficiente para contemplar cómo su retorcido plan y acciones se venían abajo, justo frente a él. Criston y Otto fueron ejecutados el día después de que Rhaenyra fue coronada.
...
Dos semanas habían pasado exactamente, cuando Lucerys y Aemond decidieron que era tiempo de presentar su petición a la Reina de Poniente.
A pedido de los jóvenes, prestando más atención a Lucerys, Rhaenyra había convocado a una audiencia real entre ella, el Rey consorte Daemon, y los actuales regentes de Marcaderiva; Corlys Velaryon y Rhaenys Targaryen.
Nadie había hablado explícitamente sobre el motivo de la reunión, pero cuando vieron a los jóvenes príncipes en medio de la sala, juntos y con sus manos a un centímetro de rozarse, no necesitaron más aclaraciones.
-¿Cuál es el motivo para convocarnos aquí hoy? -Inquirió la Reina una vez comenzó la reunión.
Ambos estaban nerviosos. Aemond lo disimulaba mejor que Lucerys, con aquella mirada desafiante y porte erguido. El castaño por su lado, mantenía su mirada baja, tratando de encontrar las palabras más adecuadas para la situación. Sabía que aquello podría prestarse para el malentendido o incluso una confrontación entre su madre y sus abuelos; pero lo haría de igual forma. Respiró profundamente, alzó la vista y habló fuerte y claro:
-No es mi deseo deshonrar a nadie hoy aquí, pero yo, Lucerys Velaryon, deseo anular mi compromiso con Rhaena Targaryen.
Rhaenyra lo observó, suspiro lentamente, asimilando las palabras de su hijo. Daemon colocó el rostro entre sus manos y murmuró algo por lo bajo, probablemente un improperio. Corlys y Rhaenys se miraban el uno al otro, de una forma difícil de descifrar. Aemond mantenía su porte de indiferencia, aunque por dentro su corazón latía tan rápido que se sentía desmayar.
-¿A qué se debe tal deseo? - Inquirió la Reina, sin malicia en su voz; sino más bien resignación. Sabía que eventualmente su hijo pelearía por disolver aquella unión que ella misma había pactado, tan solo había esperado que eso sucediera más tarde que temprano.
Lucerys pensó que se sentiría más nervioso, pero tras haber hablado anteriormente, ahora se sentía mucho más firme y seguro.
-Deseo casarme con alguien más, su Majestad. Deseo desposar a Aemond Targaryen.
Se hizo silencio en la sala.
No era secreto para ninguno de los presentes lo que sucedía entre ambos jóvenes. Nunca se supo si eran malos disimulando o si directamente jamás lo intentaron.
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Un corazón Para Mi Lord Strong (Lucemond)
Fiksi PenggemarAemond trae para Lucerys un peculiar regalo, capaz de probar el amor entre ambos jóvenes.