Takemichi amaba a Hina con su vida, tanto, que solo quería casarse con ella de una vez por todas.
...
Después de volver del pasado, para haberle garantizado a Mikey aquel feliz futuro que merecía; regresa al presente solo para encontrarse que había...
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Declaración
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LÍNEA TEMPORAL II.
Se despierta gracias a la pequeña claridad que entra a través de la ventana.
Abre los ojos y mira hacia los lados, con tal de orientarse un poco, ya que gracias al sueño que llevaba encima, en verdad no recordaba bien lo ocurrido.
«¿Esto es la casa de Mikey...?».
Ah. Cierto.
—Buenos días. —saluda Mikey entrando a la habitación con una pasta como desayuno en la mano.
—Buenos días. —le devuelve el saludo Takemichi, frotándose un poco los ojos con tal de despejarse. —¿Qué tal te encuentras, Mikey? —pregunta este, a raíz de los sucesos de la noche anterior.
Sin contestar a la pregunta, Mikey se sienta en su cama llevándose la pasta a la boca, y después de un bocado lo mira.
—Bueno, no sé, algo mejor supongo. Necesitaba bastante desahogarme como anoche. —y esta vez, después de esas palabras, lo mira—. Gracias por quedarte, Takemitchy. —dice y le da una pequeña sonrisa, algo tímida, como presente después de agradecerle.
—No hace falta que me agradezcas. —dice este, y de repente posa su mirada sobre el desayuno del otro—. ¿Tienes alguna más?
—¡Claro! —exclama Mikey, y se levanta de un salto—. Ven.
Y entonces Takemichi se levanta de la cama del rubio y lo sigue hasta la cocina. Una vez allí, Mikey le señala dónde se encuentran las pastas y coge una, para llevársela a la boca.
—Gracias. —anuncia después de haber masticado bien el bocado. Mikey únicamente le da una pequeña sonrisa.
Y así los minutos pasan, en plena tranquilidad. Solo Mikey y él, puesto que su abuelo no se encontraba aún por la sala.
«Probablemente, esté dando clase a algunos niños».
—Creo que me debería ir ya. —dice unos cuantos minutos después, luego de haber ayudado a Mikey a guardar toda la comida en su sitio.