Pablo se debatía seriamente en sí hacer lo que tenía en mente o no. Marizza se arrodilló en el banana boat, Pablo la miró por unos segundos y pensó que si lo hacía, se metería en problemas.
-¡Marizza, pará! Vos no sabes nadar, ¡te podes caer! - escuchó.
Esta no es la manera.
Pensó Pablo, podría ser un hijo de puta, pero era astuto al momento de elegir sus venganzas.
...
-Tenes que pensar mejor antes de hacer las cosas, te podrías haber muerto. - reprochó Luna mientras se llevaba un trozo de carne a la boca.
-Pero no lo hice, fue divertido. - rió, tomando de su vaso de jugo.
En la mesa de al lado se encontraban Pablo, Mia, Felicitas, Tomás, Vico y sorpresivamente Guido.
-¿Cómo que arrugaste? Sos un tarado nene. - reprochó Vico en susurro.
-No, paren. Yo me conozco el cuento de chicas como esa... Es mejor no atacarlas porque atacan aun peor, y si lo que quieren es que los deje de joder mejor dejen el cuento ahí. - habló Café.
-Guido tiene razón. Además de que si nos jode una vez más, ya tengo todo un plan listo. -
Fue todo lo contrario, debido a que los chicos no habían reaccionado en contra de Marizza, esta no tuvo la necesidad de volver a molestarlos. Uno que otro bardeo a espaldas de los otros de por medio, pero ninguna venganza al estilo Marizza.
Un par de días siguieron en el vacance club, ahí se encontraba Marizza, pensando en que hacer después de haber sido rechazada por parte del profesor cuando encontró a nada más ni nada menos que a Pablo, Guido y Tomás jodiendo a uno de sus compañeros, Marcos.
-Miren, tanto es el nivel de ridiculez que tienen que rebajarse a bardear a un pibe que saben que no se puede defender de ustedes. - los cuatro la miraron.
-No te metas. - se dieron la vuelta.
-Mira nene, no quiero tener problemas así que será mejor que ustedes tres empiecen a alejarse de él. - Los tres se miraron, como si se trataran de comunicar a través de los ojos.
-Te salvaste. - le murmuraron a Marcos y se fueron.
-¿Estás bien? ¿Te hicieron algo? - el rubio negó.
-No es necesario que me defiendas, gracias. - intentó ponerse de pie, sin tener mucho éxito ya que ella lo jaló para que se vuelva a sentar.
-¿Por qué dejas que te basureen así, Marcos? -
-Tampoco me están haciendo nada realmente grave, está bien. - se sacó los lentes.
-Bueno, es decisión tuya si querés que te traten como si fueras un pedazo de bosta. -
-No es que lo quiera, es mejor hacer lo que digan a ir contra ellos. -
-Esa es la definición exacta de ser un careta, Marcos. Mira, si estas conmigo, no te va a pasar nada porque en vez de defenderte yo, te voy a enseñar a defenderte. -
-¿Vos todavía no te das cuenta de quienes son hijos? -
-Así sean hijos de la Reina Isabel no tienen porqué hacer lo que se les cante. Uno es hijo del intendente y ya se cree el líder supremo del curso, es como si dijera que soy hija de Sonia Rey y por eso voy y hago funciones también. - el ríe ante su comentario.
-Da lo mismo. No quiero tener problemas. -
-Y no los vas a tener, no te estoy diciendo que te agarres a las piñas, te estoy diciendo que les pongas límites. -
Él bajó la mirada. Marizza miro a su alrededor, buscando que podían hacer.
-Bueno ya, ¿Y si vamos a la pileta? - hizo una mueca. -Daale, vamos. - él terminó accediendo. De alguna manera u otra le atraía demasiado la forma de ser de Marizza.
Ambos jugaron en la pileta toda la tarde y cuando cayó la noche, cada uno se devolvía a su cuarto.
-¿Te sentís mejor? - preguntó, el asintió con una sonrisa que Marizza miró fijamente.
-Gracias Mari. - ella arrugó la nariz.
Cuando entró, Luján y Luna la esperaban ahí.
-Te vimos con Marquitos, eh. - Luna levantó ambas cejas.
-Tiene cara de ser medio tontito pero bue... - Luján añadió. -¿Vas a decir algo? - Marizza las miró.
-Lo único que voy a decir es que... ¡ESTÁ-DEMASIADO-BUENO! -
-¿QUÉ? PARÁ, ¿POSTA? - cuando una gritaba todas lo hacían.
-SI BOLUDO, YO NO LO PUEDO CREER... - dejaron de gritar. -En una se sacó la remerita y todo se puso en cámara lenta. Y no saben, tiene una sonrisa de dioses, ¡MADRE, VENGA A BUSCAR A SU HIJO, POR DIOSS! - pegó patadas al aire como nena pequeña.
-Sos una tarada mal, Marizza. - Lujan ríe.
...
Nunca más se tocó el tema con Marcos, había quedado en una pausa. Marizza tenía otras cosas en que fijarse, Pablo la había estado jodiendo como una mini venganza y Marizza no se iba a quedar de brazos cruzados.
Aveces sentía que sus sentimientos por Marcos revivian, pero después centraba su mente en otras cosas y esos sentimientos se transformaban en atracción física.
No fue hasta el momento en que la tenían que llevar a Italia que se dio cuenta que en realidad Marcos era un pibe demasiado bueno.
Él fue quien la consoló mientras sentía que nadie la entendía, él fue quien estuvo con ella apoyándola cada vez que sabía que se iba a meter en un bardo.
En Italia le alcanzó la mente para pensar en todo eso, y al volver estaba decidida a pasar más tiempo con él para aclarar sus sentimientos.
Claramente no contaba con que Lujan se le había adelantado...
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inmortal || marquizza
Fanfic❝ me sentiría inmortal. ❞ Según Marcos, Marizza siempre lo había visto como el tarado del salón. Nunca lo había valido como persona y mucho menos pensaba en él como algo más que amigos. Pero claro, Marcos siempre piensa que todo el mundo lo ve así...