Para bien o para mal, pasaron 2 años y medio, en los que ocurrieron muchas cosas, entre las que destacan un par: Memo tuvo dos hijos y su padre por fin conoció a su pareja y, por otro lado, Javier entró a trabajar como asistente contable, hasta volverse la mano derecha del jefe del área.
La vida laboral de Javier era buena, pero muy exigente. Aun así, diría que es perfecta... si no fuera porque, en efecto, le gustaba a su jefe. No era la primera vez que le pasaba, debido a su actitud buena onda y extrovertida solía atraer a alfas, betas y hasta omegas, sin embargo, nunca estas situaciones le habían causado tanto conflicto.
—Buenos días, ¿cómo amaneciste, mi preciado omega?
—Bien, jeje.
—Me da gusto. A ver si hoy si me aceptas la salida por unos chescos, ya sabes— El hombre de avanzada edad giñó el ojo.
—Si, a ver qué día
"Pinche viejo rabo verde. Ya váyase a su oficina"
Lo cierto es que la situación era cada vez más preocupante, puesto que corría el rumor de que Hernández a veces era cargado con trabajo extra "Para que no salga de su oficina. No vaya a ser que alguien lo viera y se enamorara de él". Aun así, el omega se negaba rotundamente a abandonar su empleo, por lo que se le ocurrió la gran idea de...
—Ponerme un anillo y fingir que estoy casado— chistó el omega mientras le daba un trago a su juguito de cajita.
—Javier eso es una pendejada, y si se enteran, pueden correrte de verdad.
—No pasa nada, mi Memo— Hizo de menos el comentario de su amigo— Si yo me llevo rebien con el jefe de recursos humanos. Es más, ese vato me debe paro.
—Las mentiras siempre traen problemas.
—¡Bueno ya! Parale con tus frases de Discovery Kids... demasiado tengo con tener que conformarme con un juguito cada vez que vengo a verte.
—¡'ORA, PUES! Respeta mi paternidad.
—Disculpa, hombre— Suspiró— es solo que esta situación ya me trae hasta la madre.
—Ya sé, pero no es para que hagas algo así— El mayor veía al contrario como un hermano, y le preocupaba bastante que cometiera algo tan estúpido— Y ni creas que yo te voy a ayudar.
—Eso es lo que crees— Absorbió todo el contenido de su cajita y lo metió en el bolsillo de su abrigo— Resulta que tus hijos son parte de mi plan
—No.
—Voy a decir que son mis hijos.
—No.
—Voy a poner su foto en mi escritorio.
—No.
—Ya, wey, me lo debes. Acuérdate que yo te prestaba mis colores cuando 'tábanos morritos.
—¿Estas comparando a mis hijos con unos pinches colores mapita?
—¡OYE! Dime quién te hizo paro cuando lo de tu embarazo.
—Si, pero n...
—¿Quién te ayudó para que tu jefe y Leo se llevaran mejor? —Interrumpió.
—Javi, sab...
—MEMO ¿Quién EL PADRINO DE TUS HIJOS? —Volvió a interrumpir.
—Cállate, puta madre. 'Ta bien, pero...— Dio un suspiro y antes de poder decir algo, el más bajo añadió.
—Tranquilo, solo nos vamos a tomar una foto para que piensen que son mis hijos, y ya. No es como que los vaya a llevar un día o algo. — Su sonrisa se hizo más grande y continuó— Imagina todos los beneficios que voy a tener: puedo llegar más tarde y salir más temprano; ¿una resaca? "uy, los niños se enfermaron. No puedo ir"; ¿Peda por la revolución? "uy, los niños tienen festival"
—¿De dónde sacaste esas estupideces?
Y así fue como, con el plan más imbécil, Javier se adentró a una de las empresas más exigentes de México para pedir que le "chupen un huevo".
Trascurrió un año más, y pese a que fue difícil convencer a todos de semejante mentira, de lado de su amigo de Recursos Humanos, todo marchó bien, logrando que la presión con su jefe bajara mientras conservaba su empleo, e incluso podía saltarse alguna que otra junta de trabajo.
En ocasiones podía notar que su jefe lo veía con tristeza, y se sentía un poco mal por eso, después de todo nunca lo había tratado mal, ni mucho menos subestimado por su falta de experiencia, a diferencia de muchas otras personas que le ofrecían menos por más. Además, él fue la razón por la cual Javier pudo entrar a tan prestigiosa empresa.
—Oiga, don Diego—
El mencionado se encontraba en su oficina, esperando unos documentos.
—Si, Javi. Dime— El hombre era más cuidadoso con el chico desde que se enteró de su famosa familia.
—Es solo que quería agradecerle por todo lo que ha hecho por mí— Rascó su nuca— Pocas personas me hubieran dado una oportunidad hace 3 años.
—No te preocupes— Una sonrisa se posó en sus labios— Digamos que siempre he sido una especie de cazatalentos.
El omega rio.
—Por fin pude hacerte reír genuinamente— Cerró sus ojos como una especie de agradecimiento al cielo— Creo que ya puedo morir en paz.
Habiendo dicho eso, los papeles por fin llegaron, y el hombre salió de la oficina.
Unos días después, Diego Del Rio murió en un accidente automovilístico.
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Waaaaaaaaaaaaah. Perdón por tardar tanto.
Igual gracias por leer, jjsajsjajsa.
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Oficinista con hijos
Short StorySegún la ley, las personas con hijos reciben algunos beneficios en su trabajo. Es por eso que para Cristiano Ronaldo resulta un grave problema que las personas de su empresa tengan la mitad de un espermatozoide encima. Por otro lado, Javier Hernande...