TRAITOR [MEVIE] Historia Corta

NUEVE

Noche de bodas.

La noche perfecta, luna llena, café caliente, y la pelicula favorita de la peli-azul, El Diario de La princesa 2. Mal recostada en la cama, Evie sobre su pecho, sus brazos rodeando el vientre de esta, y una de sus manos acariciandole el pelo, su sueño finalmente era realidad.

—Ella es tan sexy.— Comentó Mal, Evie la miró.

—¿¡Julie Andrews?!.

—¡No!.— Nego divertida; —Hablo de Anne, ¿Será que todas las princesas son hermosas?.

Evie le sonrió.

—Yo creo que las historias están mal contadas.— Respondió, alzando su vista a la menor, quien le sonrió dándole pie a que siguiera. —Las princesas son unas idiotas, ¿Por qué irse con el príncipe si tienen semejante dragón protegiéndolas en el castillo?.

Mal sonrió enternecida.

—¿E?.

—¿Sí?.

—¿Sigues soñando tener siete hijos como cuando eras niña?.

Los ojos de Evie se llenaron de lagrimas, ¿Mal no lo había olvidado luego de tanto tiempo? ¿Como era eso posible si Mal olvidaba hasta su propio cumpleaños?.

—¿Dije algo malo?.

—N-No, es que me sorprende que luego de tanto tiempo lo recuerdes.

—E, recuerdo todo de ti. ¿Crees que no pensé en llamarte cada 13 de abril?. ¿O que cuando comía en arandanos no pensaba en ti? ¿Crees que tus vestidos no fueron carne de dragón por qué sí? ¿Crees que no me entere de lo que pasó con el idiota del padre de tus hijos?. E, todo este tiempo te ame, y te sigo amando muchísimo, y jamás voy a perdonarme haberte hecho eso.

—M, eso es muy tierno, y créeme que no eres la única que siente eso, cada treintiuno de diciembre era pensar en ti, irónicamente las fresas son la fruta favorita de Allegra, me recordaba tanto a ti, que Dizzy comenzó a traerlas porque cuando iba a la verdulería, traía demasiadas, seguí diseñando para ti cada que sabía que tenías una conferencia. Y respondiendo a tu pregunta, quiero tener los hijos que ambas queramos.

—Me alegra que digas eso, porque quiero agrandar el número.

—¿Ocho?.

—Neh, tienes dos oportunidades más.

—¿Nueve?.

—Noo.

—¿¡Diez?!— Preguntó, sorprendida.

—Doce.

—¿Estas diciéndome que Mal Berta "No quiero niños" Moors, va a darle el apellido a doce niños?.

—No, te estoy diciendo que este dragón, va a criarlos, cuidarlos y amarlos, el apellido lo pone cualquiera.

Evie sonrió.

—Cuando despiertes mañana no estaré aquí, Hadie vendrá por ti en la mañana, y te veré en la iglesia.

—Dizzy te llevará, hasta entonces, te amo Mal.— Susurró, al besarla.

[...]

Las manos de Mal sudaban, Dizzy intentaba calmarla junto a Celia, pero era prácticamente imposible, hasta que la puerta de la iglesia se abrió, sin embargo eran los niños.

—¡Mami Mal!— Gritó Allegra, —Trajimos los anillos, pero este idiota casi se los traga.

—Idiota tu abuela.— Respondió Marco, sentandose en brazos de Carlos, Allegra se encogió de hombros.

Mal rió un poco, y segundos después sonrió enamorada al verla entrar. Evie llevaba un vestido blanco, con adornos celestes, el cual dejaba ver claramente su pancita, Hadie la acompañaba, Dude tiraba flores.

—Tu novia está súper tensa.— Comentó llegando al altar, el perruno.

Evie rió llegando al altar, parandose frente a ella.

—Estamos aquí reunidos para juntar en matrimonio a estas dos personas, Mal Bertha Moos, ¿Aceptas a Evie Mills? Como su legítima esposa.

—Sí.

—¿Aceptas a Mal Moors como t-

—¡Sí!.

Evie la besó, Mal siguió el besó, rodeó a su princesa con sus manos, saliendo de allí entre besos.

—¡Puaj!— Se quejaron los descendientes de Evie, Hadie asintió.

—Cuidalos bien, Henry confió en ti.— Suplicó la peli-azul.

—¡No embaraces a mi hermana!.